Horizontes. Revista de Investigación en Ciencias de la Educación

https://revistahorizontes.org

Volumen 8 / N° 34 / julio-septiembre 2024

ISSN: 2616-7964

ISSN-L: 2616-7964

pp. 1281 – 1292

 

 

 

 

 

 

Inteligencia emocional y competencias investigativas en los estudiantes de una universidad privada

Emotional intelligence and research competencies in students of a private university

Inteligência emocional e competências de pesquisa em alunos de uma universidade particular

 

 

Jacqueline Susana Sayán Brito

jsayanb@ucvvirtual.edu.pe

https://orcid.org/0000-0002-2552-2361

 

Universidad Cesar Vallejo. Lima, Perú

 

Escanea en tu dispositivo móvil o revisa este artículo en:

https://doi.org/10.33996/revistahorizontes.v8i34.796

 

 

RESUMEN

En la actualidad, los cambios drásticos debido a la pandemia de COVID-19 a nivel mundial y en la educación pueden influir en el manejo emocional del estudiante y su desempeño. Esta investigación determinó la relación entre la inteligencia emocional y las competencias investigativas del estudiante universitario en una universidad privada. Para ello, se efectuó una investigación descriptiva, de corte transversal y de subtipo correlacional; se trabajó con una muestra no probabilística conformada por 132 estudiantes. Se aplicaron dos cuestionarios: el de autoevaluación de habilidades para la investigación y el cuestionario Trait Meta Mood Scale TMMS-24. Los resultados mostraron que el 74% de los estudiantes tiene un nivel adecuado de inteligencia emocional, el 14% tiene un nivel bajo y solo el 12% tiene un nivel alto. Con respecto a las competencias investigativas, la mayoría presentó un nivel excelente (62%), un 38% mostró un nivel medio y ninguno presentó un nivel inadecuado. Se encontró una correlación lineal de baja intensidad entre la inteligencia emocional y las competencias investigativas en los estudiantes (Rho de Spearman = 0.316, p < 0.01). Se concluye que existe una relación entre la inteligencia emocional y las competencias investigativas.

 

Palabras clave: Inteligencia emocional; Competencias investigativas; Estudiantes universitarios; COVID-19

 

ABSTRACT

Currently, drastic changes due to the COVID-19 pandemic worldwide and in education may influence student emotional management and performance. This research determined the relationship between emotional intelligence and research competencies of undergraduate students in a private university. For this purpose, a descriptive, cross-sectional and correlational subtype research was carried out; a non-probabilistic sample of 132 students was used. Two questionnaires were applied: the research skills self-assessment questionnaire and the Trait Meta Mood Scale TMMS-24 questionnaire. The results showed that 74% of the students have an adequate level of emotional intelligence, 14% have a low level and only 12% have a high level. With respect to investigative competencies, the majority presented an excellent level (62%), 38% showed an average level and none presented an inadequate level. A low intensity linear correlation was found between emotional intelligence and research competencies in students (Spearman's Rho = 0.316, p < 0.01). It is concluded that there is a relationship between emotional intelligence and research competencies.

 

Key words: Emotional intelligence; Research competencies; University students; COVID-19

 

RESUMO

Atualmente, mudanças drásticas devido à pandemia da COVID-19 no mundo e na educação podem influenciar o gerenciamento emocional e o desempenho dos alunos. Esta pesquisa determinou a relação entre a inteligência emocional e as competências de pesquisa de alunos de graduação em uma universidade privada. Para isso, foi realizada uma pesquisa descritiva, transversal e de subtipo correlacional com uma amostra não probabilística de 132 alunos. Foram aplicados dois questionários: o questionário de autoavaliação de habilidades de pesquisa e a Trait Meta Mood Scale TMMS-24. Os resultados mostraram que 74% dos alunos têm um nível adequado de inteligência emocional, 14% têm um nível baixo e apenas 12% têm um nível alto. Com relação às competências de pesquisa, a maioria apresentou um nível excelente (62%), 38% apresentaram um nível médio e nenhum apresentou um nível inadequado. Foi encontrada uma correlação linear de baixa intensidade entre a inteligência emocional e as competências de pesquisa dos alunos (Spearman's Rho = 0,316, p < 0,01). Conclui-se que há uma relação entre a inteligência emocional e as competências de pesquisa.

 

Palavras-chave: Inteligência emocional; Competências de pesquisa; Estudantes universitários; COVID-19

 

INTRODUCCIÓN

 

En el año 2020, se presentó una pandemia causada por el virus COVID-19 según la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2021), que perjudicó a la población en varios aspectos: social, económico, salud y educativo (Millán et al., 2020). Gonzales (2022) indicó que la pandemia repercutió en tres campos: 1) la salud, debido a los contagios y muertes; 2) el socioeconómico, por la clausura de empresas, pérdida de empleo e incremento de la pobreza; y 3) la educación, perjudicando a estudiantes en todos los niveles. La pandemia también ha causado o incrementado los trastornos de ansiedad y depresión, sobre todo en los más jóvenes, quienes tuvieron que adecuarse a la modalidad virtual debido al cierre de sus casas de estudio, perdiendo la oportunidad de relacionarse con sus compañeros y presentando problemas en su afectividad y comportamiento (OMS, 2022).

 

En Latinoamérica, Molano et al., (2022) encontraron que, además de la carga académica que debe enfrentar el estudiante universitario en Colombia, también están los problemas familiares. Gonzales (2020), en México, señaló que el estrés académico provoca ansiedad, desmotivación y afecta el rendimiento académico de estudiantes universitarios que presentan dificultades familiares, especialmente en aquellos de escasos recursos económicos. En Chile, Ardiles et al., (2020) destacaron la importancia de desarrollar la inteligencia emocional (IE) para el control del estrés y la sobrecarga académica que forman parte de la vida universitaria.

 

En Perú, diversos estudios destacan que durante el estado de emergencia de la COVID-19, los estudiantes universitarios presentaron niveles de estrés académico, provocados por la competitividad para alcanzar mejores notas, la falta de recursos tecnológicos, la adecuación a las plataformas, el nuevo sistema de evaluación y el desempeño del docente, el cual también se vio afectado por la situación de emergencia (Esteves et al., 2022; Luque et al., 2022). Cassaretto et al., (2021) refirieron que el 83% de los estudiantes experimentaron estrés académico, con niveles medio y medio alto predominantes. Vallejos (2022) encontró que el nivel de IE en los estudiantes es importante para afrontar el estrés y no afectar su rendimiento académico ni profesional; el 28% de los alumnos presentó un nivel promedio de IE y el 10.7%, un nivel alto.

 

En la actualidad, se necesitan profesionales con formación integral que puedan actualizarse constantemente y estén preparados para los diferentes cambios y avances tecnológicos; para ello, es necesario la formación de competencias investigativas (CI) durante la vida universitaria (García y Aznar, 2019). Las CI son indispensables, desarrollando en el estudiante cualidades como la responsabilidad y la autonomía, lo que facilita el éxito personal y profesional (Chávez et al., 2022). Los cambios drásticos debido a la pandemia de COVID-19 pueden influir en el manejo emocional del estudiante y su desempeño. En tal sentido, se planteó el objetivo de determinar la relación entre la inteligencia emocional y las CI del estudiante universitario en una universidad privada.

 

En tanto que, Ayala et al., (2021) determinan que los estudiantes con niveles inadecuados de claridad y reparación emocional tienen mayores porcentajes de depresión y ansiedad, mientras que los estudiantes con adecuada atención, claridad y reparación emocional manejan mejor sus emociones. En Chile, Navarro et al., (2022) señalan que los puntajes de IE en las diferentes escuelas evaluadas se encuentran dentro del nivel medio o adecuado, pero en el límite con el nivel bajo. Álvarez et al., (2022) evaluan las CI en estudiantes de la Escuela de Medicina, obteniendo un nivel medianamente adecuado y adecuado. Vera et al., (2021) encontraron que las habilidades investigativas mejoran del tercer al quinto año de la carrera. En Argentina, Tisocco et al., (2019) encontraron relaciones bajas entre algunas dimensiones de la IE y el rendimiento académico, además de que las mujeres reportaron mayor frecuencia sintomática en comparación con los varones.

 

En Perú, Oseda et al., (2021) establece que los alumnos de Ingeniería tuvieron un buen nivel de habilidades investigativas. Rueda et al., (2022) destacan que la mayoría de los estudiantes presentaron un nivel bajo de CI. Cadillo (2022) señala que la mayoría de los alumnos obtuvieron un nivel excelente de habilidades de investigación. Olivares y Gamarra (2020) demostraron que un alto nivel de IE en docentes y estudiantes mejora el rendimiento académico y laboral. Aguirre (2020) indica que existe una asociación entre las competencias emocionales e investigativas de los universitarios.

 

La teoría general relacionada con las CI se basa en la teoría histórico-cultural de Lev Vygotsky (1983), en la cual la formación de competencias parte de la motivación externa o social (área interpsicológica) y se internaliza (área intrapsicológica). Resalta el papel de los mediadores, como el docente y los compañeros de clase, facilitando el aprendizaje y la aplicación de nuevos conocimientos (Tamayo y Fat, 2009).

 

Para Canaca (2011), Morales (2016), Inciarte et al., (2017) y Fuster (2019) concuerdan en que las CI se basan en el desarrollo del pensamiento crítico y la aplicación de habilidades y actitudes personales, comunicativas y emocionales para buscar nuevas soluciones a los problemas del entorno educativo y profesional. Guamán et al., (2020) y Espinoza (2016) consideraron que las CI son esenciales para la formación del futuro profesional y su progreso personal, implicando conocimientos vigentes para el diseño de proyectos de investigación. Quijano (2020), Pedraza (2018) y Estrada (2014) coincidieron en que las CI presentan dimensiones cognitivas, actitudinales y procedimentales. Campos et al., (2013) resaltaron cinco habilidades esenciales del investigador: cognitivas, gestión de la investigación, tecnológicas, metodológicas y trabajo en equipo.

 

La teoría general relacionada con la IE se basa en los autores John Mayer y Peter Salovey, quienes en 1990 crearon el concepto de IE, basado en las inteligencias intrapersonal e interpersonal propuestas por Gardner (1993). En 1997, propusieron que la IE comprende habilidades para identificar, gestionar y regular las emociones, cruciales para el desempeño emocional y académico. Fernández y Extremera (2005) describieron cuatro campos de la IE: percibir emociones, usar las emociones para facilitar el pensamiento, comprender emociones y controlar emociones.

 

La IE se define como capacidades con un componente genético que se pueden transformar para identificar y controlar las emociones propias, aprovechar la relación entre motivación y emoción para alcanzar metas y relacionarse armoniosamente con los demás (Bueno, 2019; Valenzuela et al., 2021; Guevara, 2011).

 

Investigaciones sobre IE incluyen a Bisquerra y Pérez (2007), quienes propusieron cinco componentes: conciencia, regulación, autonomía y competencia social. Extremera et al., (2016) señalaron tres habilidades emocionales del docente: relaciones positivas, manejo efectivo en el aula y educación emocional efectiva. Mayer y Salovey (como se citó en Perdomo et al., 2011) resaltaron la habilidad para gestionar y utilizar la información emocional. Evaluaron tres campos de la IE: atención o percepción emocional, claridad o comprensión emocional, y reparación o regulación emocional (Ardiles et al., 2020; Perdomo et al., 2011).

 

La investigación es un proceso de socialización académica que implica el área emocional y el desarrollo de relaciones afectivas dentro del equipo de trabajo, influyendo en la realización del producto final. Un investigador con habilidades emocionales consolidadas podrá resolver situaciones problemáticas sin afectar su productividad (Fragoso, 2018; Fonseca de Rocca y Prieto de Alizo, 2010).

 

MÉTODO

 

Se realizó un estudio bajo el paradigma positivista dentro del enfoque cuantitativo y de diseño no experimental. El nivel de investigación fue descriptivo, de corte transversal y subtipo correlacional. La técnica de recolección de datos fue la encuesta, y los dos instrumentos empleados fueron el cuestionario de autoevaluación de habilidades para la investigación, elaborado y validado por Cadillo (2022), y el cuestionario Trait Meta Mood Scale TMMS-24, adaptado y validado por Fernández et al., (2004). Debido a las medidas sanitarias del país, los cuestionarios se aplicaron mediante Google Forms.

 

El instrumento utilizado para valorar las competencias investigativas (CI) fue un cuestionario que constaba de 16 ítems y cuatro áreas: problematización (5 ítems), teorización (5 ítems), comprobación (3 ítems) y comunicación (3 ítems). Cada ítem tenía cinco niveles de respuesta: nunca, casi nunca, a veces, casi siempre y siempre. El área de problematización incluía la capacidad para plantear un problema a partir de la realidad circundante; en el área de teorización, se evaluaba la búsqueda de información para encontrar argumentos y sustentar la investigación; el área de comprobación se centraba en la metodología aplicada para medir las variables y probar las hipótesis; y el área de comunicación se enfocaba en la habilidad de redacción científica.

 

El instrumento para evaluar la inteligencia emocional (IE) se basó en el autoinforme TMMS de 48 ítems, planteado por Salovey et al., (1995) y adaptado al español y validado en 2004 en una población española por Fernández, Extremera y Ramos, compuesto por 24 ítems (Zuñiga et al., 2019). Este instrumento, conocido como TMMS-24, ha sido validado en diferentes poblaciones de Latinoamérica, tales como Argentina, Ecuador, México, Chile y España (Górriz et al., 2021; González, 2020; Taramuel y Zapata, 2017; Zuñiga et al., 2019; Espinoza et al., 2015; Cabañate et al., 2020). El TMMS-24 se compone de tres dimensiones de la IE: atención emocional, claridad de sentimientos y reparación emocional, con 8 ítems cada una. Cada ítem tenía cinco opciones de respuesta: nada de acuerdo, algo de acuerdo, bastante de acuerdo, muy de acuerdo y totalmente de acuerdo.

 

La población estuvo compuesta por estudiantes de una universidad privada de Lima Metropolitana; la muestra estuvo conformada por 132 estudiantes. Para el análisis de datos, se utilizó el paquete estadístico SPSS, versión 27. En la estadística descriptiva, se empleó la distribución de frecuencias para las dimensiones de ambas variables. En la estadística inferencial, dado que los datos eran mayores a 30 sujetos en la muestra de estudio, se procedió a evaluar la normalidad con la prueba Kolmogórov-Smirnov. Los resultados de la prueba de normalidad no fueron significativos (p=.403 y p=.0376), por lo que se procedió a implementar la prueba de correlación de Rho de Spearman.

 

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

 

En la Tabla 1, se destaca una mayor frecuencia en el nivel alto en la dimensión atención, siendo el 55% de los 132 estudiantes. En la dimensión claridad también presentaron una mayor frecuencia en el nivel alto con 49%. El nivel en segundo lugar más frecuente fue el nivel adecuado, encontrándose un 34% en la dimensión atención, un 39% en la dimensión claridad y un 21% en la dimensión reparación. De las tres dimensiones, la dimensión de reparación fue la que se encontró con mayor porcentaje de nivel bajo (80%). Por último, en cuanto a nivel de IE se tuvo un mayor porcentaje (74%) en el nivel adecuado, 14% en el nivel bajo y solo un 12% en el nivel alto de la totalidad de los participantes.

 

Tabla 1. Niveles y frecuencia de la variable inteligencia emocional y sus dimensiones.

Niveles

Inteligencia Emocional

Atención

Claridad

Reparación

 

F %

F %

F %

F %

Alto

16

12%

73

55%

64

49%

0

0%

Adecuado

98

74%

45

34%

52

39%

27

21%

Bajo

18

14%

14

11%

16

12%

105

80%

Total

132

100%

132

100.00%

132

100%

132

 100%

 

De acuerdo con la Tabla 2, se observa en los resultados de la variable CI, encontrándose que el nivel excelente destacó en las dimensiones teorización (75%) y problematización (51%). En las anteriores dimensiones como segundo nivel con mayores casos fue el nivel adecuado encontrándose en la dimensión problematización un 49%, teorización un 25%, comprobación un 33% y comunicación un 50 %. Sin embargo, en las dimensiones comprobación y comunicación destacó el nivel inadecuado con un porcentaje de 67% y 50% respectivamente. Con respecto al nivel CI los estudiantes presentaron en su mayoría un nivel excelente (62%), nivel medio (38%) y ninguno presentó nivel inadecuado.

 

Tabla 2. Niveles y frecuencia de la variable competencias investigativas y sus dimensiones.

Niveles

Competencias investigativas

Problematización

Teorización

Comprobación

Comunicación

 

F %

F %

F %

F %

F %

Excelente

82

62%

67

51%

99

75%

0

0%

0

0%

Medio

50

38%

65

49%

33

25%

43

33%

66

50%

Inadecuado

0

0%

0

0%

0

0%

89

67%

66

50%

Total

132

100%

132

100.00%

132

100%

132

100%

132

100%

 

La muestra estuvo conformada por 79,5% (105) del sexo femenino y del masculino solo 20,5 % (27); el rango de edades fue de 18 a 28 años (21.92). De acuerdo con la Tabla 3, el nivel que destaca en primer lugar es el adecuado tanto en varones (77,8%) como mujeres (73,3%), el segundo nivel que destaca es el nivel bajo con un 12,4% en el sexo femenino y un 18,5% en el sexo masculino.

 

Tabla 3. Niveles y frecuencia de la variable inteligencia emocional según el sexo.

Niveles

 Femenino

 Masculino

Total

Sexo

F %

 F %

 F %

Alto

15

14.3

1

 3.7

 16 12

Adecuado

77

73.3

21

77.8

 98 74

Bajo

13

12.4

5

18.5

 18 14

Total

105

100.0

27

 100.0

 132 100

 

De acuerdo con la Tabla 4, con respecto a las CI según sexo, se observó que el 63,8% de las mujeres obtuvieron un nivel excelente; mientras que los estudiantes varones mostraron un nivel excelente en un 55,6% y el 44,4% mostró un nivel medio de CI. Ninguna mujer y ningún hombre presentaron competencias investigativas inadecuadas.

 

Tabla 4. Niveles y frecuencia de la variable competencias investigativas según sexo.

Niveles

 Femenino

 Masculino

Total

Sexo

F %

F %

F %

Excelente

67

63.8

15

55.6

 82 62

Medio

38

36.2

12

44.4

 50 38

Inadecuado

 0

 0

0

 0

 0 0

Total

105

100

27

100

 132 100

 

Análisis inferencial

 

De acuerdo con la Tabla 5, se halló significancias estadísticas en las asociaciones entre la variable IE y la variable CI. Los índices de la prueba de Spearman fueron directos, encontrándose una correlación lineal de baja intensidad entre las dimensiones atención (Rho=0,272) y reparación (Rho= 0,241). No se encontró relación de la dimensión claridad con las CI de los estudiantes debido a que el nivel de significancia resultó p= 0.096.

 

Tabla 5. Correlación entre la inteligencia emocional y las competencias investigativas.

 

 

 

Competencias investigativas

 

 

Coeficiente de correlación

.316**

 

Inteligencia emocional

Sig. (bilateral)

.001

 

 

N

132

 

 

Coeficiente de correlación

.272**

Rho de Spearman

Atención

Sig. (bilateral)

.002

 

 

N

132

 

 

Coeficiente de correlación

.145

 

Claridad

Sig. (bilateral)

.096

 

 

N

132

 

 

Coeficiente de correlación

.241**

 

Reparación

Sig. (bilateral)

.005

 

 

N

132

Nota: **. La correlación es significativa en el nivel 0,01 (bilateral).

 

Discusión

 

En el estudio realizado por Navarro et al., (2022) en Chile, se determinó que los estudiantes de una facultad de salud tenían niveles adecuados de IE en promedio, aunque cercanos al límite bajo. La dimensión de reparación obtuvo el mayor porcentaje en su estudio. En contraste, en nuestra investigación, el 74% presentó un nivel adecuado de IE y solo un 14% un nivel bajo. Sin embargo, la dimensión de reparación alcanzó un 80% de nivel bajo, lo que indicó que los estudiantes no presentaron control sobre sus sentimientos negativos ni mantuvieron estados emocionales positivos (Ardiles et al., 2020; Perdomo et al., 2011). Esta situación es preocupante y resalta la importancia de realizar diagnósticos en el primer semestre de estudio para poder aplicar actividades que fortalezcan la capacidad de afrontar las exigencias académicas y personales (Navarro et al., 2022). Tanto Puertas et al., (2020) como Olivares y Gamarra (2020) coincidieron en lo beneficioso de desarrollar un nivel adecuado de IE a través de programas que permitan al estudiante formar habilidades emocionales y sociales, mejorando así su rendimiento académico y desempeño personal.

 

Al comparar los resultados obtenidos según sexo, los porcentajes de nivel adecuado de IE fueron similares: 73,3% en las mujeres y 77,8% en los varones. Navarro et al., (2022) encontraron que los varones obtuvieron puntuaciones más altas que las mujeres, pero Tisocco et al., (2019), al igual que en este estudio, no hallaron diferencias significativas en IE según sexo.

 

En el presente estudio, se encontró un nivel excelente de CI en el 62% de los participantes y un nivel medio en el 38%, lo cual coincidió con el estudio realizado en Cuba por Vera et al., (2021), cuyos resultados de autoevaluación fueron adecuados en su mayoría. Álvarez et al., (2022) en Ecuador también obtuvieron resultados similares y sugirieron el diseño de proyectos de investigación durante la ejecución del programa de estudios. Oseda et al., (2021) realizaron su estudio en la Universidad Nacional de Cañete, provincia de Lima, y encontraron que las habilidades investigativas fueron buenas, recomendando que estas sean desarrolladas de forma transversal en cada una de las asignaturas del plan de estudios. En contraste, Rueda et al., (2022) determinaron un nivel bajo de habilidades investigativas en los estudiantes de la Universidad Nacional de Educación en Lima, recomendando impulsar la formación de estas habilidades para promover el pensamiento crítico y el autoaprendizaje, aplicables tanto en la universidad como en la práctica profesional.

 

Con respecto a las dimensiones de las CI, Cadillo (2022) encontró los siguientes resultados: habilidades para problematizar (56,9%), capacidad para teorizar (66,1%), comprobación (71,6%) y comunicación de hallazgos (59,6%), con niveles excelentes en la mayoría de los estudiantes. En comparación, en nuestro estudio, la dimensión de problematización (51%) y teorización (75%) obtuvieron en su mayoría niveles excelentes, pero se determinaron niveles inadecuados en las dimensiones de comprobación (67%) y comunicación (50%), mostrando una deficiencia en la selección de métodos de investigación y redacción de documentos académicos según la revista seleccionada.

 

En esta investigación, la relación entre IE y CI fue significativa, pero con un nivel bajo (Rho = 0.316). En el estudio realizado por Aguirre (2020) en estudiantes de la Universidad Nacional Federico Villarreal, se encontró una relación significativa, positiva moderada y fuerte, determinada por el Rho de Spearman = 0.868. Sin embargo, la muestra de Aguirre fue de mayor tamaño (280 estudiantes) en comparación con este estudio (132 estudiantes). Por lo anterior, se recomendó agregar cursos para el desarrollo de habilidades emocionales y talleres de investigación dentro del programa de estudios para asegurar una formación integral del futuro profesional. Además, se sugirió que los docentes se capaciten sobre IE para luego aplicar estrategias en actividades didácticas con sus estudiantes e impulsar proyectos como los semilleros.

 

CONCLUSIONES

 

El alcance de esta investigación fue identificar una correlación de baja intensidad entre la IE y las CI en estudiantes de una universidad privada de Lima. Varios factores pueden influir en la formación de las CI, como el desarrollo cognitivo, las habilidades sociales, el desempeño del docente investigador y el programa universitario, entre otros. Los estudiantes con niveles adecuados o altos de IE tienen mayores probabilidades de alcanzar sus metas académicas y profesionales al contar con herramientas para manejar el estrés y regular sus emociones.

 

Actualmente, las universidades deben cumplir con estándares de calidad que incluyen la producción científica. Para lograrlo, es fundamental crear una cultura de investigación que involucre a toda la comunidad educativa, capacite y actualice a los docentes, invierta en infraestructura e integre la investigación a lo largo del programa de estudios, promoviendo así la investigación formativa. Estrategias como los semilleros de investigación o grupos de investigación a largo plazo pueden ser clave en este proceso. Las CI son fundamentales para la formación integral del estudiante y del futuro profesional, proporcionándoles las herramientas necesarias para resolver problemas y transformar vidas.

 

CONFLICTO DE INTERESES. Los autores declaran que no existe conflicto de intereses para la publicación del presente artículo científico.

 

REFERENCIAS

 

Aguirre, P. (2020). Competencias emocionales y competencias investigativas de los estudiantes de la Escuela Profesional de Psicología de la UNFV (Maestría). Universidad Nacional De Educación Enrique Guzmán y Valle. http://repositorio.une.edu.pe/handle/20.500.14039/4727

Álvarez-Ochoa, R., Cabrera-Berrezueta, L. y Mena-Clerque, S. (2022). Competencias investigativas en Estudiantes de Educación Superior: Aproximaciones desde estudiantes de medicina. 593 Digital Publisher CEIT, 7(4-2), 312–327. https://doi.org/10.33386/593dp.2022.4-2.1425

Ardiles Irarrázabal, R., Barraza López, R., Koscina Rojas, I. y Espínola Salas, N. (2020). Inteligencia emocional y su potencial Preventivo de síntomas Ansioso-DEPRESIVOS y estrés en Estudiantes de Enfermería. Ciencia y Enfermería, 26. https://doi.org/10.29393/ce26-20iera40020

Ayala-Servín, N., Duré Martínez, M., Urizar González, C., Insaurralde-Alviso, A., Castaldelli-Maia, J., Ventriglio, A., Almirón-Santacruz, J., García, O. y Torales, J. (2021). Emotional intelligence associated with levels of anxiety and depression in medical students of a public university. Anales de la Facultad de Ciencias Médicas (Asunción), 54(2), 51–60. https://doi.org/10.18004/anales/2021.054.02.51

Bisquerra Alzina, R., y Pérez Escoda, N. (2007). Las competencias emocionales. Educación XX1, 2007, num. 10, p. 61-82. https://diposit.ub.edu/dspace/handle/2445/111324

Bueno, A (2019). La inteligencia emocional: exposición teórica de los modelos fundantes. Revista Seres y Saberes. http://revistas.ut.edu.co/index.php/SyS/article/view/1816/1418

Cadillo Quiroz, E. (2022). Competencias digitales y habilidades investigativas en estudiantes de una universidad pública de Lima, 2022 (dissertation). Lima, Lima.

Canaca, G. (2011). Competencias investigativas en la formación del pedagogo y su uso en el ejercicio profesional (Tesis de Maestría). Recuperado de https://tzibalnaah.unah.edu.hn/handle/123456789/4455

Cassaretto, M., Vilela, P. y Gamarra, L. (2021). Estrés Académico en Universitarios Peruanos: Importancia de las conductas de Salud, Características sociodemográficas Y académicas. LIBERABIT. Revista Peruana De Psicología, 27(2). https://doi.org/10.24265/liberabit.2021.v27n2.07

Chávez, K., Calanchez Urribarri, Á., Tuesta, J. y Valladolid, A. (2022). Formación de competencias investigativas en los estudiantes universitarios. Universidad Y Sociedad, 14(1), 426-434. Recuperado a partir de https://rus.ucf.edu.cu/index.php/rus/article/view/2572

Esteves, A., Hañari Mormontoy, J., Ramos, M. y Incacutipa, D. (2022). Estrés Universitario en Entorno Virtual Durante La Covid-19: UN problema de salud mental. Apuntes Universitarios, 12(4), 366–378. https://doi.org/10.17162/au.v12i4.1251

Espinoza, E., Rivera, A. y Tinoco, N. (2016). Formación de competencias investigativas en los estudiantes universitarios. Atenas -Universidad De Matanzas Camilo Cienfuegos, 1(1682-2749). Retrieved 9 July 2022, from https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=478049736004.

Espinoza, M., Sanhueza, O., Ramírez, N. y Sáez, K. (2015). Validación del constructo y confiabilidad de una escala de inteligencia emocional aplicada a estudiantes de enfermería. Revista Latino-Americana De Enfermagem, 23(1), 139-147. https://doi.org/10.1590/0104-1169.3498.2535

Estrada, O. (2014). Sistematización teórica sobre la competencia investigativa. Revista Electrónica Educare, 18(2). https://doi.org/10.15359/ree.18-2.9

Extremera, N., Rey Peña, L. y Pena Garrido, M. (2016). Educadores de corazón. Inteligencia emocional como elemento clave en la labor docente. Padres Y Maestros / Journal Of Parents And Teachers, 0(368), 65. https://doi.org/10.14422/pym.i368.y2016.011

Fernández-Berrocal, P., Extremera, N. y Ramos, N. (2004). Validez y fiabilidad de la versión española modificada de la Trait Meta-Mood Scale. Informes Psicológicos94 (3), 751-755. https://doi.org/10.2466/pr0.94.3.751-755

Fernández, P. y Extremera, N. (2005). La inteligencia emocional y la educación de las emociones desde el Modelo de Mayer y Salovey. Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado, 19 (3), 63-93.

Fragoso, R. (2018). Importancia del desarrollo de la inteligencia emocional en la formación de personas investigadoras. Actualidades Investigativas En Educación, 19(1), 23. https://doi.org/10.15517/aie.v19i1.35410

Fonseca de Rocca, R. y Prieto de Alizo, L. (2010). Las emociones en el investigador humanista. Omnia, 16(2),132-149. [fecha de Consulta 8 de Agosto de 2022]. ISSN: 1315-8856. Disponible en: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=73715084008

García-Gutiérrez, Z. y Aznar-Díaz, I. (2019). El Desarrollo de competencias Investigativas, Una alternativa para formar profesionales en pedagogía infantil Como Personal Docente Investigador. Revista Electrónica Educare, 23(1), 1–22. https://doi.org/10.15359/ree.23-1.15

Gardner, H. (1993). Estructuras de la mente: la teoría de las inteligencias múltiples. Recuperado de http://www.academia.edu/5224535/Gardner_Howard

González Velázquez, L. (2020). Estrés Académico en Estudiantes Universitarios Asociados a la pandemia por covid-19. Revista Espacio I+D Innovación Más Desarrollo, 9(25), 158–179. https://doi.org/10.31644/imasd.25.2020.a10

Guamán, V., Herrera, L. y Espinoza, E. (2020). Las competencias investigativas como imperativo para la formación de conocimientos en la universidad actual. Revista Conrado, 16(72), 83-88.

Inciarte, A., Camacho, H. y Casilla, D. (2017). Sistematización de experiencias formativas en competencias docentes investigativas. Repositorio.cuc.edu.co. Recuperado el 8 de julio de 2022, de https://repositorio.cuc.edu.co/handle/11323/1806.

Millán, J., Rodríguez, A., Camacho, G., Mendoza, H., Rodríguez, I. y Álvarez, C. (2020). A new emerging zoonotic virus of concern: the 2019 novel Coronavirus (COVID-19). Infectio, 24(3), 187. doi: 10.22354/in.v24i3.848

Morales, L. (2016). La formación de competencias investigativas en estudiantes de ingeniería en el Perú (Tesis doctoral). Recuperado de http://repositorio.uss.edu.pe/handle/uss/2402

Molano, N., Chalapud, L. y Astaíza, M. (2022). Nivel de Estrés Durante La pandemia covid-19 en Universitarios del Suroccidente Colombiano. Hacia La Promoción De La Salud, 27(1), 38–51. https://doi.org/10.17151/hpsal.2022.27.1.4

Navarro, N., Illesca, M., Rojo, R., González, L., Gittermann, R., Garrido, R. y Rascón, C. (2022). Inteligencia emocional y perfil sociodemográfico en Estudiantes de primer año de una Facultad de Medicina. Revista Médica De Chile, 150(1), 54–61. https://doi.org/10.4067/s0034-98872022000100054

Luque, O., Bolívar, N., Achahui, V. y Gallegos, J. (2022). Estrés académico en estudiantes universitarios frente a la educación virtual asociada al covid-19. Puriq, 4. https://doi.org/10.37073/puriq.4.1.200

Olivares, A. y Gamarra, C. (2020). Inteligencia emocional en el sector educativo. EDUCARE ET COMUNICARE: Revista de Investigación de la Facultad de Humanidades, 7(2), 44–52. https://doi.org/10.35383/educare.v7i2.299

Organización Mundial de la Salud. (2021a). Nuevo coronavirus 2019. Consultado el 17 de julio de 2021 en https://www.who.int/es/emergencies/diseases/novel-coronavirus-2019

Organización Mundial de la Salud. (2022). Informe mundial sobre salud mental: transformar la salud mental para todos. Panorama general. ISBN 978-92-4-005196-6 https://www.who.int/es/publications/i/item/9789240050860

Oseda, D., Lavado, C., Chang, J. y Carhuachuco, E. (2021). Competencias digitales y habilidades investigativas en estudiantes de una universidad pública de Lima. Revista Conrado, 17(81), 450-455.

Puertas, P., Zurita, F., Chacón, R., Castro, M., Ramírez, I. y González, G. (2020). La inteligencia emocional en el ámbito educativo: un meta-análisis. Anales de Psicología / Annals of Psychology36(1), 84–91. https://doi.org/10.6018/analesps.345901

Pedraza, J. (2018). Experiencias de formación como investigadores educativos de estudiantes de un programa de doctorado en educación. Actualidades Investigativas En Educación, 18(2). https://doi.org/10.15517/aie.v18i2.33134

Perdomo, D., Pérez-Olmos, I. y Pinilla, M. I. (2011). Inteligencia emocional en adolescentes de dos colegios de bogotá*. Revista Colombiana De Psiquiatría, 40(1), 49–64. https://doi.org/10.1016/s0034-7450(14)60104-9

Puertas, P., Zurita, F., Chacón, R., Castro, M., Ramírez, I. y González, G. (2020). La inteligencia emocional en el ámbito educativo: un meta-análisis. Anales de Psicología / Annals of Psychology36(1), 84–91. https://doi.org/10.6018/analesps.345901

Quijano, I. (2020). Educación patrimonial y competencias pedagógicas investigativas en estudiantes de educación superior tecnológica de Lima, Perú. Cuadernos De Investigación Educativa11 (1), 61-83. https://doi.org/10.18861/cid.2020.11.1.2943

Rueda, L., Torres, L. y Córdova, U. (2022). Desarrollo de habilidades investigativas en estudiantes de una universidad peruana. Revista Conrado, 18(85), 66-72. http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1990-86442022000200066&lng=es&tlng=pt.

Salovey, P. y Mayer, J. (1990). Inteligencia emocional. Imaginación, cognición y personalidad, 9 (3), 185-211. https://doi.org/10.2190/dugg-p24e-52wk-6cdg

Salovey, P., Mayer, J. D., Goldman, S. L., Turvey, C., & Palfai, T. P. (1995). Emotional attention, clarity, and repair: Exploring emotional intelligence using the Trait Meta-Mood Scale.

Valenzuela, B., Salgado, M. y Salgado, E. (2021). Estudio sobre la inteligencia emocional de profesores as de la provincia de Concepción, Chile. Revista De Estudios Y Experiencias En Educación20(44), 29-42. https://doi.org/10.21703/0718-5162.v20.n43.2021.002

Vallejos, C. (2022). Levels of emotional intelligence in psychology students at a Peruvian Public University. Revista De La Facultad De Medicina Humana, 22(3), 556–563. https://doi.org/10.25176/rfmh.v22i3.5015

Vera-Rivero, D., Chirino-Sánchez, L., Ferrer Orozco, L., Blanco, N., Amechazurra, M., Machado Caraballo, D. y Moreno, K. (2021). Autoevaluación de Habilidades Investigativas en alumnos Ayudantes de una Universidad Médica de Cuba. Educación Médica, 22(1), 20–26. https://doi.org/10.1016/j.edumed.2018.11.009

Vygotsky, L. (1983). Obras escogidas tomo 5 Fundamentos de defectología. Editorial Pedagógica. Disponible en https://proletarios.orVygotsky_Obras_Escogidas_tomo_5.pdf

Tamayo, M. y Fat, G. (2009). Consideraciones en torno a los fundamentos psicológicos del desarrollo de la competencia investigativa mediante el método de proyecto. Edusol, 9 (29). Recuperado el 26 de julio de 2022, de https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5982949.

Tisocco, F., Bruno, F. y Stover, J. (2019). Inteligencia emocional, Sintomatología Psicopatológica y rendimiento académico en Estudiantes de Psicología de Buenos aires. ACADEMO Revista de Investigación en Ciencias Sociales y Humanidades, 6(2). https://doi.org/10.30545/academo.2019.jul-dic.2