Horizontes. Revista de Investigación en Ciencias de la Educación

https://revistahorizontes.org

Volumen 8 / N° 35 / octubre-diciembre 2024

ISSN: 2616-7964

ISSN-L: 2616-7964

pp. 2417 - 2431

 

 

 

 

 

 

Habilidades sociales para mejorar el aprendizaje colaborativo en educación

 

Social skills to improve collaborative learning in education

 

Habilidades sociais para melhorar a aprendizagem colaborativa na educação

 

Esther Rojas Chahua1

erojasch@ucvvirtual.edu.pe

https://orcid.org/0000-0002-7293-473X

 

Edison Dueñas Hinojosa2

eduenash@gmail.com

https://orcid.org/0009-0000-9025-1636

 

Willy Gastello Mathews1

willygastello@gmail.com

https://orcid.org/0000-0002-4464-6810

 

1Universidad César Vallejo, Perú

2Universidad Tecnológica de Los Andes, Perú

 

RESUMEN

Las habilidades sociales son fundamentales para el aprendizaje de los estudiantes, ya que favorecen el intercambio de ideas y la construcción de conocimiento, mejorando este proceso en un entorno de aprendizaje colaborativo. El objetivo de este estudio fue analizar el impacto de las habilidades sociales en la mejora del aprendizaje colaborativo en educación. Se realizó una revisión sistemática de estudios publicados entre 2013 y 2022, utilizando las bases de datos Scopus, Ebsco, ProQuest y WOS. Se registraron aspectos como título, autores/año, país, revista, base de datos, idioma, enfoque y resultados relevantes. Los estudios fueron seleccionados mediante criterios de inclusión y exclusión, y se identificaron los que más contribuyeron al objetivo del estudio. Los resultados mostraron que las habilidades sociales favorecen el pensamiento crítico y el aprendizaje colaborativo, aunque pueden generar conflictos internos. Estos deben ser abordados para mejorar el proceso de aprendizaje.

 

Palabras clave: Empatía; Habilidades sociales; Interacción; Trabajo colaborativo

 

ABSTRACT

Social skills are fundamental for student learning, since they favor the exchange of ideas and the construction of knowledge, improving this process in a collaborative learning environment. The aim of this study was to analyze the impact of soft skills in improving collaborative learning in education. A systematic review of studies published between 2013 and 2022 was conducted, using the Scopus, Ebsco, ProQuest and WOS databases. Aspects such as title, authors/year, country, journal, database, language, focus and relevant results were recorded. Studies were selected using inclusion and exclusion criteria, and those that contributed most to the study objective were identified. The results showed that soft skills favor critical thinking and collaborative learning, although they can generate internal conflicts. These should be addressed to improve the learning process.

 

Key words: Empathy; Social skills; Interaction; Collaborative work; Social skills

 

RESUMO

As habilidades sociais são fundamentais para a aprendizagem dos alunos, pois favorecem a troca de ideias e a construção do conhecimento, aprimorando esse processo em um ambiente de aprendizagem colaborativa. O objetivo deste estudo foi analisar o impacto das soft skills na melhoria da aprendizagem colaborativa na educação. Foi realizada uma revisão sistemática de estudos publicados entre 2013 e 2022 usando os bancos de dados Scopus, Ebsco, ProQuest e WOS. Aspectos como título, autores/ano, país, periódico, banco de dados, idioma, foco e resultados relevantes foram registrados. Os estudos foram selecionados com base em critérios de inclusão e exclusão, e foram identificados aqueles que mais contribuíram para o objetivo do estudo. Os resultados mostraram que as habilidades interpessoais favorecem o pensamento crítico e a aprendizagem colaborativa, embora possam gerar conflitos internos. Esses conflitos precisam ser resolvidos para melhorar o processo de aprendizagem.

 

Palavras-chave: Empatia; Habilidades sociais; Interação; Trabalho colaborativo; Habilidades sociais

 

INTRODUCCIÓN

 

En la actualidad, las organizaciones contratan a las personas no solamente por las habilidades técnicas que posee, sino porque demuestran tener un dominio de habilidades blandas y sociales; es decir, en este proceso es determinante la capacidad de relacionarse con los demás, ser empáticos, comunicativos, creativos y que demuestren trabajar en equipo de forma colaborativa (Tolentino, 2020). Las habilidades sociales han superado en importancia a la habilidad cognitiva e influyen en la percepción que se tiene de sí mismo, las cuales se incrementan mientras la persona tiene contacto con otras; por el contrario, la carencia de esta habilidad provocaría la aparición de trastornos psicopatológicos que impediría una adecuada consolidación de la identidad (Tacca et al., 2020).

 

En cuando a las implicaciones del aprendizaje colaborativo, las investigaciones indican que, lo que se enseña en las escuelas tomando en cuenta el mejoramiento del clima social, son necesarios para lograr aprendizajes en la vida. Asimismo, estimula habilidades de pensamiento de orden superior, aumenta los incentivos y fortalece las relaciones interpersonales (Hurst et al., 2013; Janssen y Wubbels, 2018; Pang et al., 2018). Por su parte, Ghavifekr (2020) refiere que en el aprendizaje colaborativo se espera que cada estudiante sea autónomo y que esta habilidad se logre observando y aprendiendo de otras personas.

 

En algunos países, se destaca que la adquisición de conocimiento mediante el enfoque de aprendizaje colaborativo permite desarrollar mejoras educativas en cualquier centro de estudios de las distintas latitudes. Como elemento crítico, el aprendizaje colaborativo afecta una amplia variedad de habilidades para que los estudiantes mejoren su desempeño a través de los dominios cognitivo, psicológico y social, debido a que constituye una manera efectiva para la evaluación de las diferencias formas de aprendizaje individual de los estudiantes (Ghavifekr, 2020).

 

Por otro lado, se ha discutido el refuerzo de las habilidades sociales cooperativas; en ese sentido, no solo se ha consolidado este proceso, sino que frecuentemente la colaboración y la amistad, han sido reemplazadas por la competencia en el ámbito de estudios, lo cual se trasforma en un sentimiento de celos, rencor y enemistad entre estudiantes, en vez de que constituya un estímulo para el aprendizaje (Lavasania et al., 2011). Sin embargo, cuando se habla de los procesos de enseñanza y aprendizaje; por lo general, se enfoca en los tipos de interacciones entre el maestro y estudiantes, pero se descuida las interacciones que los estudiantes tienen entre sí. En ese orden de ideas, el aprendizaje colaborativo utiliza la interacción entre pares como principal estrategia del proceso de aprendizaje para mejorar las habilidades analíticas y sociales de los estudiantes para el logro académico (Flores et al., 2020).

 

Cuando los estudiantes trabajan en grupo, hacen una lluvia de ideas y realizan una evaluación entre ellos para reflexionar sobre sus fortalezas y debilidades. Los estudiantes tienen la capacidad de identificar la necesidad de una interacción constructiva entre los miembros del grupo (Pallares et al., 2016). Las habilidades sociales, están íntimamente ligadas al aprendizaje colaborativo que trae consigo ventajas para el estudiante, desarrollando cinco competencias: independencia positiva, interacción promotora, responsabilidad individual, procesamiento grupal y, por último, las habilidades sociales, por la interacción a las que se encuentran permanentemente (Rodríguez et al., 2020).

 

En lo que respecta al plano local del estudio, en las instituciones educativas de nivel inicial, primaria, secundaria e incluso superior, se ha notado un deficiente alcance y desarrollo de las habilidades sociales en los estudiantes, así como poco trabajo colaborativo entre ellos, pues prefieren hacer las cosas solos, sin intercambiar opiniones, conocimientos y experiencias entre ellos, se nota mucho egoísmo, competencia cuando se realizan trabajos en equipo, incluso se ha notado algunas veces que hay indiferencia por la necesidad del otro, discusiones e incluso peleas, por no tener tolerancia, empatía y una adecuada interacción entre ellos. En esas condiciones, la presente investigación de revisión bibliográfica hará un estudio de la producción literaria sobre habilidad sociales para mejorar el aprendizaje colaborativo. En tal sentido, se plantea el objetivo de esta investigación es: analizar los estudios que se han realizado sobre las habilidades sociales para mejorar el aprendizaje colaborativo en educación en el período 2013 a 2022.

 

METODOLOGIA

 

Se llevó a cabo un estudio de revisión sistemática, usando la declaración PRISMA, el cual proporcionó un sistema para evitar sesgos y errores aleatorios. Se consideraron investigaciones primarias originales sobre el tema, con el objetivo de recabar los avances realizados hasta el momento, ofreciendo al investigador información clara y precisa sobre el tema en cuestión (Pardal y Pardal, 2020).

 

Se establecieron criterios previos para la revisión de la literatura de los últimos diez años, con el fin de analizar la evolución de los temas relacionados con las habilidades sociales y el trabajo colaborativo. Se incluyeron artículos científicos y de revisión en idioma español e inglés, en el ámbito educativo, la ecuación de búsqueda quedo establecida en: (“habilidades sociales” OR “interacción entre estudiantes” OR “interrelación entre estudiantes” OR “trabajo colaborativo” OR “trabajo cooperativo” OR “trabajo en equipo” OR “empatía” OR “compañerismo en el aula”) AND (“educación” OR “enseñanza” OR “aprendizaje”)

 

Para registrar los documentos, se elaboró una base de datos en Excel, en la que se incluyó el autor/año, título, revista, objetivo, método, muestra, instrumento, resultados relevantes, país, base de datos e identificador DOI o URL, para luego ser clasificados de manera ordenada.

 

Los criterios de inclusión para cada documento registrado fueron: (1) estudios relacionados con el tema, (2) estudios cualitativos y cuantitativos, (3) artículos registrados en las bases de datos Ebsco, Scopus, ProQuest y WOS, y (4) artículos no indexados pero relevantes para enriquecer la investigación. Los criterios de exclusión fueron: (1) artículos duplicados en más de una base de datos, (2) artículos en idiomas distintos a los mencionados, (3) artículos poco relevantes por su contenido, y (4) artículos no registrados en las bases de datos indicadas.

 

A partir de este proceso, se encontraron 141 estudios, de los cuales se seleccionaron 20 artículos. La Figura 1 muestra un diagrama de flujo que ilustra el procedimiento empleado para identificar, excluir e incorporar los estudios relacionados con la temática.

Cuadro de texto: Artículos excluidos por razones justificadas (n=27
 


Figura 1. Búsqueda sistemática y exclusión de artículos en base al flujo PRISMA.

 

DESARROLLO Y DISCUSIÒN

 

En la revisión sistemática se encontraron 141 artículos, de los cuales se seleccionaron 20 documentos que se muestran en la Tabla 1, y donde se incluye información sobre autor y año de publicación, la base de datos empleada, la revista en la que se publicó el estudio, el país, idioma y la referencia del artículo.

 

Tabla 1. Información descriptiva de los artículos seleccionados.

Autor (es)

/Año

Base de datos

Titulo

País/

idioma

1

Berrocal y Ruiz, (2022)

Scopus

Construcción compartida del conocimiento en Entornos Virtuales de Aprendizaje en estudiantes de Educación Básica

Perú/español

2

Esteves et al. (2020)

Ebsco

Habilidades Sociales en adolescentes y Funcionalidad Familiar.

Perú/español

3

Flores et al., (2020)

Ebsco

El uso de la wiki y la mejora en el aprendizaje colaborativo.

Perú/español

4

Ghavifekr, S. (2020)

Scopus

Collaborative Learning: A key to enhance Students’ Social Interaction Skills.

Malasia/inglés

5

Gómez et al,. (2020)

Ebsco

Aprendizaje colaborativo virtual en el pensamiento crítico en los estudiantes del 3er grado de primaria, 2020.

Perú/español

6

Hurst et al., (2013)

Web of Science

The impact of social interaction on student learning. El impacto de la interacción social en el aprendizaje de los estudiantes.

EEUU/inglés

7

Janssen y Wubbels, (2018)

Ebsco

Collaborative learning practices: Teacher and student perceived obstacles to effective student collaboration.

Vietnam/inglés

8

Jara et al., (2018)

Ebsco

Teoría de la personalidad según Albert Bandura.

Perú/español

9

Pallares et al., (2016)

Scopus

El desarrollo del pensamiento crítico mediante el debate asincrónico en foros virtuales en educación secundaria

Colombia/español

10

Pang et al., (2018)

Scopus

Socially challenged collaborative learning of secondary school students in Singapore

Singapur/inglés

11

Perlado et al., (2021)

Scopus

Habilidades Sociales y Aprendizaje Cooperativo en la Inclusión de Estudiantes con Necesidades Educativas Específicas

Brasil/portugués

12

Ramírez et al., (2020)

Ebsco

Habilidades sociales y agresividad en la infancia y adolescencia

Venezuela/español

13

Rodríguez et al., (2020).

 

Scopus

Evaluación de las capacidades de aprendizaje colaborativo adquiridas mediante el proyecto integrador de saberes.

Chile/español

14

Rosario et al., (2014)

Scopus

Autorregulación del aprendizaje: una revisión sistemática en revistas de la base Scielo

Colombia/español

15

Tacca et al, (2020)

Ebsco

Habilidades Sociales, Autoconcepto y Autoestima en Adolescentes Peruanos de Educación Secundaria

Perú/

español

16

Zamora, N., (2020)

Scopus

Estrategias de aprendizaje colaborativo y los estilos de solución de conflictos escolares.

Perú/español

17

Rojo y

Ferrando

(2022)

ProQuest

Convivencia, conflictos y mediación escolar en educación secundaria: estudio de caso

España/español

18

Fierro  et al., (2013)

ProQuest

Conversando sobre la convivencia en la escuela: Una Guía para el autodiagnóstico de la convivencia escolar desde las perspectivas docentes

España/español

19

Fierro y Carbajal, (2019)

ProQuest

Convivencia Escolar: Una revisión del concepto.

México/español

20

Tolentino, H., (2020)

Ebsco

Habilidades sociales y estrategias didácticas para la formación del liderazgo desde la educación básica.

Costa Rica/español

 

En la Figura 2, se muestra información de las bases de datos donde se han encontrado los artículos científicos, en ella se aprecia que la mayor parte de articulo fueron extraídos de la base de datos de Ebsco y Scopus con 8 cada uno (40%), 3 (15%) fueron de ProQuest,  y 1 (5%) de WOS, las diferencias podrían deberse a que en Ebsco y Scopus son mayormente conocidas por integrar investigaciones en educación, en cuyas bases de dato se encuentra abundante material y son accesibles para integrar más estudios en esa línea.

 

Figura 2. Porcentaje de artículos seleccionados por base de datos

 

En la Figura 3, en lo que respecta a los países de donde provienen los artículos, la mayor producción se realizó en Perú con 7 artículos (35%), seguido de Colombia con 2 artículos (10%), Brasil, Chile, México, Costa Rica, Estados Unidos, Malasia, Singapur, Vietnam y Venezuela con 1 artículo cada uno (5%) y España con 2 artículos (10%). Con lo que se demuestra que de Perú se seleccionaron la mayor cantidad de artículos.

 

Figura 3. Porcentaje de artículos seleccionados por país.

 

La Figura 4 muestra los artículos seleccionados por año, donde se destaca que, de 20 artículos revisados, en el año 2013 representó el 10%, en 2014 y 2016 se reportaron 5% en ambos, en el año 2018 fue de 15%, 2019 fue de 5%, en 2020 fue de 45%, en 2021 de 5% y 2022 de 10%, en estos valores se resalta que en el año 2020 se encontraron mayor cantidad de producción de artículos sobre el tema de los que cumplieron con todos los criterios de búsqueda.

 

Figura 4. Porcentaje de artículos seleccionados por año.

 

En la Tabla 2 se muestra información con respecto a los autores, el año de publicación, metodología y resultados relevantes para este estudio, de los artículos analizados obtenidos.

 

Tabla 2. Autores y metodología de acuerdo a variable.

Autor/Año

Metodología

Variable

1

Berrocal y Ruiz (2022)

Cuantitativa/ no experimental y comparativa.

Aprendizaje colaborativo.

2

Esteves et al. (2020)

Cuantitativo/ descriptivo – correlacional

Habilidades sociales.

3

Flores et al., (2020)

Cuantitativo/Diseño cuasi experimental,

Aprendizaje colaborativo.

4

Ghavifekr, S. (2020)

Cuantitativo/ diseño deductivo.

Aprendizaje colaborativo.

5

Gómez et al. (2020)

Cuantitativo/ cuasi experimental.

Aprendizaje colaborativo.

6

Hurst et al., (2013)

Cuantitativo/ no experimental.

Habilidades sociales.

 

7

Janssen y Wubbels, (2018)

Cualitativo/ diseño fenomenológico.

Aprendizaje colaborativo.

8

Jara et al., (2018)

Cualitativo/ diseño fenomenológico.

Habilidades sociales.

9

Rodríguez et al., (2020).

 

Cuantitativa, exploratoria y experimental

Aprendizaje colaborativo.

10

Pallares et al., (2016)

Cuantitativo/ cuasi experimental.

Aprendizaje colaborativo.

11

Pang et al. (2018)

Cualitativo/ diseño fenomenológico

Aprendizaje colaborativo.

12

Perlado et al., (2021)

La metodología fue cualitativa en base a un diseño de estudio de casos. 

Aprendizaje colaborativo.

13

Ramírez et al., (2020)

Se realizó una revisión bibliográfica

Habilidades sociales.

14

Rosario et al., (2014)

Enfoque cualitativo y de revisión sistemática de la literatura.

Aprendizaje colaborativo.

15

Tacca et al, (2020)

Cuantitativa, correlacional/ experimental transversal.

Habilidades sociales.

16

Zamora, N. (2020)

Cuantitativo/ diseño preexperimental de corte trasversal,

Aprendizaje colaborativo.

17

Rojo y

Ferrando (2022)

Cuantitativo/ no experimental

Habilidades sociales.

18

Fierro et al., (2013)

Cualitativo

Habilidades sociales.

19

Fierro y Carbajal, (2019)

Cualitativo/ revisión sistemática

Habilidades sociales.

20

Tolentino, H. (2020)

Cualitativa de revisión bibliográfica

Habilidades sociales.

 

En cuanto a la teoría que sirve de fundamento a las habilidades sociales, se tiene el planteamiento de Bandura (1987) acerca de la teoría del aprendizaje social, la cual considera que las personas asumen conductas mediante la observación del comportamiento de otros; en tal sentido, el aprendizaje no corresponde a una suerte de estímulo-respuesta, sino que responde a un proceso de imitación del comportamiento de otros, de quienes toma como modelos (Jara et al., 2018).

 

En relación a la literatura encontrada sobre habilidades sociales, el trabajo de Esteves et al., (2020) las definen como la capacidad de las personas para organizar sus pensamientos, sentimientos y acciones, dentro de las que se puede mencionar, la empatía, relacionarse con los demás de forma asertiva y la capacidad para solucionar problemas. Para Tacca et al., (2020) es el conjunto de conductas y destrezas sociales de las personas que se emplean para ejecutar acciones de orden interpersonal. Por otro lado, Ramírez et al. (2020) menciona que son el conjunto de hábitos, conductas, pensamientos y emociones, de los cuales disponen para relacionarse con los demás, también intervienen otros factores de orden psicológico, la cual determina el comportamiento del individuo y que se pueden aprender con la educación y la experiencia de vida.

 

De acuerdo con Perlado et al., (2021), las habilidades sociales se definen en cuatro áreas fundamentales: la primera se refiere a las habilidades de comunicación, la cual es la capacidad de utilizar el lenguaje para transmitir intenciones, solicitudes y respuestas a solicitudes y resolver conflictos; la capacidad de iniciar y mantener la comunicación, ajustar el contenido en función de los compañeros de conversación, transmitir información e intenciones de manera comprensible; comprender las habilidades de regulación de emociones, que es la capacidad de regular la propia emoción y actuar en consecuencia;  comunicar respuestas emocionales a otros individuos y situaciones.

 

En esa misma línea, se encuentran las habilidades cognitivas, que incluyen la capacidad del individuo para interpretar situaciones sociales y actuar en consecuencia. Van desde las funciones cognitivas básicas, como asistir a una discusión o una reunión, hasta procesar situaciones sociales complejas, comprender las señales sociales y las normas del entorno social. Del mismo modo, se encuentran las habilidades para la resolución de problemas sociales. Estos incluyen la capacidad del individuo para definir y formular problemas, procesando la información relevante para comprender el tipo y el alcance del problema. Luego se pueden generar soluciones alternativas, evaluando la validez y eficacia de cada una y las decisiones tomadas, con base en el efecto proyectado de cada solución (positiva o negativa). Entonces se pueden promulgar soluciones, y su éxito o fracaso evaluado por el resultado (Perlado et al., 2021).

 

Uno de los problemas que se presentan en las relaciones entre compañeros son las riñas, el cual es una situación preocupante para el sistema educativo en general, lo que implica una pronta solución del problema, sobre todo a los profesionales que están más cerca a los estudiantes; en ese sentido, se trata de los inconvenientes de la convivencia escolar diaria entre los estudiantes, a la que se ha denominado como un conjunto de interrelaciones entre los agentes de las instituciones educativas, basada en el manejo de conflictos entre los estudiantes, la familia, la comunidad educativa en general, donde lleva a cabo un proceso de inclusión (Fierro  et al., 2013, Rojo y Ferrando, 2022). Al respecto, se indica que la convivencia favorece los niveles registrados de conflictos entre estudiantes y lo hace de forma constructiva, favoreciendo su aprendizaje, desde esta perspectiva la mediación es la estrategia ideal cuando se presentan conflictos (Fierro y Carbajal, 2019).

 

Es importante mencionar que la influencia de la familia en las habilidades sociales es determinante, sobre todo cuando el estudiante se encuentra en la etapa de la adolescencia, la cual es crítica porque marca todo el proceso de su desarrollo hasta la edad adulta y en general toda su vida, es por ello, que es importante que la familia tenga una comunicación permanente con el estudiante, porque va a reflejar ese tratamiento del seno familiar en la sociedad, perjudicando o mejorando sus relaciones con otra personas en el entorno donde se encuentre (Esteves et al., 2020). Por su parte Hurst et al., (2013) agregaron que la interacción social ha logrado experiencias de mejora del aprendizaje e incide en el pensamiento crítico del estudiante y, por ende, se refleja en la resolución de problemas, es por ello que es una habilidad que se debe explotar.

 

Así también lo demostró Pallares et al., (2016) al acotar que las habilidades sociales también son precursoras del desempeño en la deducción y explicación, aunque demostró en su estudio que una de las habilidades menos desarrolladas fue la inferencia, pero que el raciocinio crítico sí estuvo presente. Sin embargo, estos beneficios no fueran posibles sin la intervención del liderazgo de uno de los estudiantes del grupo, quien asume ese rol para extraer lo mejor de sus compañeros, hacerlos participar y mejorar las ideas centrales que presentarán al final de la dinámica (Tolentino (2020).

 

En cuanto al aprendizaje colaborativo, se tiene el fundamento teórico de (Vygotsky, 1978), quien presentó un alcance sobre los humanos como seres en interacción con otros individuos en lugar de seres individuales y solitarios mientras explicaba el desarrollo cognitivo de los humanos. Según él, el desarrollo cognitivo es la habilidad del individuo para aprender a utilizar herramientas sociales adecuadas (por ejemplo, automóvil, teléfono móvil, dinero, entre otros) y signos culturales (escritura, lenguaje, números) a través de sus compañeros y maestros que le brindan para la socialización cultural del individuo y en la interacción social. Argumenta que un niño aprende primero a realizar actividades cognitivas simples (como percepciones básicas, atención sin conciencia, entre otras). Luego adquieren las habilidades de nivel superior al interactuar con sus compañeros y maestros en un entorno social. Estas habilidades de nivel superior son habilidades como el lenguaje, la mente, la resolución de problemas y el razonamiento moral.

 

En lo que respecta al aprendizaje colaborativo, esta es una condición en la que dos o más personas aprenden o hacen algo juntas, pueden ser en pareja, en grupos pequeños de entre 3 a personas, dentro de un aula de clase (20 a 30 personas), una comunidad de cientos o miles de personas, o una sociedad completa compuesta por varios miles o millones de personas, que realizan actividades de aprendizaje para lograr objetivos de aprendizaje compartidos (Zamora, 2020). Dicho de otro modo, el aprendizaje colaborativo se basa en el modelo de que el conocimiento se puede crear en una población en la que sus miembros interactúan entre sí y se embarcan en roles que son asimétricos (Rosario et al., 2014). Al respecto, Rodríguez et al., (2020) hace un distingo entre el aprendizaje colaborativo y aprendizaje cooperativo, el primero que ya se definió líneas arriba y el segundo se refiere tiene características complementarias como la intervención del docente como facilitador hasta que el grupo que puede ser heterogéneo y diverso llegue a resultados en conjunto.

 

Por su parte, Berrocal et al., (2022) informa que el aprendizaje colaborativo puede emplear diferentes entornos, sobre todo los actuales en el que el uso de la tecnología es necesario para la construcción de conocimientos, indagación, relacionarse con otras personas de diferentes latitudes y en ese propósito aplicar el aprendizaje colaborativo; y este se potencia con la implementación de Entornos Virtuales de Aprendizaje (EVA). Tal como lo manifiesta Flores et al., (2020) quien indagó sobre el uso de los wikis en el aprendizaje colaborativo, reportando que los trabajos grupales fueron más productivos con el uso de esta herramienta la cual mejoró la construcción de significados y las relaciones psicosociales de los estudiantes.

 

Asimismo, Javier (2020) refuerza esta idea acerca del aprendizaje colaborativo en su estudio al reportar en sus conclusiones que los estudiantes de una escuela secundaria en Klang-Malasia prefieren trabajar en grupos, porque han descubierto que se aprende mejor y más rápido que cuando lo hacen de forma individual, ellos coincidieron en que el impacto del aprendizaje colaborativo es positivo y se debe implementar en las escuelas. En tal sentido, los estudiantes aprenden a intercambiar, información, conocimientos y experiencia entre ellos y les permite ayudar a sus compañeros que tienen menos condiciones de aprendizaje y mejora la comunicación entre ellos. Del mismo modo, Gómez et al., (2020) afirmaron que el aprendizaje es más productivo cuando todos aportan, es colaborativo, sobre todo cuando se emplea las TIC para ese propósito.

 

Sin embargo, se ha identificado algunas dificultades que impiden el proceso colaborativo en las aulas de los diferentes niveles educativos, estos se relacionan con la deficiente habilidad de colaboración del estudiante, que se resiste hacerlo a través de no poner atención a la intervención de los demás, una coordinación de baja calidad en el grupo cuando se trata de resolver problemas, rechazando sugerencias o colaboración de sus compañeros; también otro obstáculo es el parasitismo, es decir que el estudiante no quiere nacer nada en el grupo, a veces prefiere asumir un papel de proveedor de recursos, con tal de no participar en las reuniones colaborativas; por otro lado, se encuentra el estado de competencia que consiste en que algunos estudiantes no colaboran porque no quieren compartir sus conocimientos, por último, se encuentra el obstáculo de la amistad, en que todo el grupo o uno de ellos se solidariza con el que no quiere hacer nada, simplemente por ser su gran amigo y toleran ese comportamiento en el grupo (Janssen et al., 2018).

 

Por ello, Pang et al., (2018) agregó otros elementos a estos obstáculos como la interacción social limitada que se refiere a la predisposición a no participar o intervenir en las reuniones colaborativas, se trata simplemente de no presentarse en las reuniones o cuando se está presente estar de acuerdo con todo; el incumplimiento de las normas sociales es otro de los obstáculos al desdeñar las normas y hacer lo que al integrante le parece que está bien, también se encuentra el sesgo de género, donde algunos diseminan que más importante es la opinión de determinado género, haciendo que el afectado prefiera no opinar, por otro lado, se encuentra la dependencia de las TIC, que surge como un ruido en las reuniones al estar los estudiantes más atentos en el celular o computadora que en los acuerdos de la reunión. Al respecto, Rojo y Ferrando (2022) manifestaron que los conflictos internos también constituyen obstáculos en el trabajo colaborativo, estos pueden presentarse de diferentes formas como insultos, destrozo de materiales, diferencias, etc.

 

CONCLUSIONES

 

Las habilidades sociales son una capacidad esencial para que las personas puedan expresar sus pensamientos y emociones de manera efectiva y asertiva, favoreciendo la interacción y proporcionando herramientas para la resolución de problemas. En el ámbito educativo, el trabajo del docente en el desarrollo de estas habilidades constituye una estrategia clave para fomentar el pensamiento crítico, la comunicación efectiva, la resolución de problemas, las habilidades cognitivas y el liderazgo entre los estudiantes. No obstante, también existen desafíos, como las dificultades para manejar las diferencias personales, que pueden llevar a conflictos. En este sentido, la intervención de la familia es crucial, ya que su participación activa puede generar un impacto significativo en el cambio esperado en el estudiante.

 

El aprendizaje colaborativo, que implica trabajar en conjunto con otros para resolver problemas y alcanzar objetivos comunes, promueve la construcción de habilidades sociales mediante la interacción entre estudiantes de diversas procedencias. Este proceso se puede realizar tanto de forma presencial como a través de las tecnologías de la información, con el docente guiando y estableciendo normas claras para facilitar la colaboración. Sin embargo, surgen obstáculos como la falta de habilidades de colaboración, el parasitismo, la competencia desmedida y las relaciones de amistad que dificultan la interacción efectiva. Además, la interacción social limitada, el incumplimiento de normas, el sesgo de género y la dependencia excesiva de las tecnologías también afectan el proceso colaborativo.

 

Según los hallazgos de los estudios revisados (2013-2022), se concluye que las habilidades sociales contribuyen significativamente al aprendizaje colaborativo, ya que favorecen el intercambio de ideas y la toma de decisiones en grupo. A pesar de que las interacciones pueden generar conflictos internos entre los estudiantes, estos deben ser analizados y resueltos adecuadamente para asegurar el éxito del aprendizaje colaborativo.

 

CONFLICTO DE INTERESES. Los autores declaran que no existe conflicto de intereses para la publicación del presente artículo científico.

 

REFERENCIAS

 

Berrocal, C.; y Ruiz, A. (2022). Construcción compartida del conocimiento en Entornos Virtuales de Aprendizaje en estudiantes de Educación Básica. Revista de Ciencias Sociales y Humanidades. Scielo Perú: https://doi.org/10.1590/SciELOPreprints.4071

Esteves, A., Paredes, R., Calcina, C. y Yapuchura, C. (2020). Habilidades Sociales en adolescentes y Funcionalidad Familiar. Revista Comunicación, 11 (1). http://dx.doi.org/10.33595/2226-1478.11.1.392

Fierro, M., Tapia, G., Fortoul, B., Martínez, R., Macouzet, M. y Jiménez, M. (2013). Conversando sobre la convivencia en la escuela: Una Guía para el auto-diagnóstico de la convivencia escolar desde las perspectivas docentes. RIEE. Revista Iberoamericana de Evaluación Educativa, 6(2), 103-124. https://bit.ly/3rl9XP3

Fierro, C. y Carbajal, P (2019). Convivencia Escolar: Una revisión del concepto. Psicoperspectivas, 18(1), 9-27. 10.5027/psicoperspectivas-vol18-issue1-fulltext-1486

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