Horizontes. Revista de Investigación en Ciencias
de la Educación
https://revistahorizontes.org
Volumen
8 / N° 35 / octubre-diciembre 2024
ISSN:
2616-7964
ISSN-L: 2616-7964
pp. 2417 - 2431
Habilidades sociales
para mejorar el aprendizaje colaborativo en educación
Social skills to improve
collaborative learning in education
Habilidades sociais para melhorar a
aprendizagem colaborativa na educação
Esther Rojas Chahua1
erojasch@ucvvirtual.edu.pe
https://orcid.org/0000-0002-7293-473X
Edison Dueñas Hinojosa2
eduenash@gmail.com
https://orcid.org/0009-0000-9025-1636
Willy Gastello
Mathews1
willygastello@gmail.com
https://orcid.org/0000-0002-4464-6810
1Universidad César Vallejo, Perú
2Universidad Tecnológica de Los
Andes, Perú
RESUMEN
Las habilidades
sociales son fundamentales para el aprendizaje de los estudiantes, ya que
favorecen el intercambio de ideas y la construcción de conocimiento, mejorando
este proceso en un entorno de aprendizaje colaborativo. El objetivo de este
estudio fue analizar el impacto de las habilidades sociales en la mejora del
aprendizaje colaborativo en educación. Se realizó una revisión sistemática de
estudios publicados entre 2013 y 2022, utilizando las bases de datos Scopus,
Ebsco, ProQuest y WOS. Se registraron aspectos como título, autores/año, país,
revista, base de datos, idioma, enfoque y resultados relevantes. Los estudios
fueron seleccionados mediante criterios de inclusión y exclusión, y se
identificaron los que más contribuyeron al objetivo del estudio. Los resultados
mostraron que las habilidades sociales favorecen el pensamiento crítico y el
aprendizaje colaborativo, aunque pueden generar conflictos internos. Estos
deben ser abordados para mejorar el proceso de aprendizaje.
Palabras clave: Empatía; Habilidades sociales; Interacción; Trabajo colaborativo
ABSTRACT
Social skills are fundamental for student
learning, since they favor the exchange of ideas and the construction of knowledge,
improving this process in a collaborative learning environment. The aim of this
study was to analyze the impact of soft skills in improving collaborative
learning in education. A systematic review of studies published between 2013
and 2022 was conducted, using the Scopus, Ebsco, ProQuest and WOS databases.
Aspects such as title, authors/year, country, journal, database, language,
focus and relevant results were recorded. Studies were selected using inclusion
and exclusion criteria, and those that contributed most to the study objective
were identified. The results showed that soft skills favor critical thinking
and collaborative learning, although they can generate internal conflicts.
These should be addressed to improve the learning process.
Key words: Empathy;
Social skills; Interaction; Collaborative work; Social skills
RESUMO
As habilidades
sociais são fundamentais para a aprendizagem dos alunos, pois favorecem a troca
de ideias e a construção do conhecimento, aprimorando esse processo em um ambiente
de aprendizagem colaborativa. O objetivo deste estudo foi analisar o impacto
das soft skills na melhoria da aprendizagem colaborativa na educação. Foi
realizada uma revisão sistemática de estudos publicados entre 2013 e 2022
usando os bancos de dados Scopus, Ebsco, ProQuest e WOS. Aspectos como título,
autores/ano, país, periódico, banco de dados, idioma, foco e resultados
relevantes foram registrados. Os estudos foram selecionados com base em
critérios de inclusão e exclusão, e foram identificados aqueles que mais
contribuíram para o objetivo do estudo. Os resultados mostraram que as
habilidades interpessoais favorecem o pensamento crítico e a aprendizagem
colaborativa, embora possam gerar conflitos internos. Esses conflitos precisam
ser resolvidos para melhorar o processo de aprendizagem.
Palavras-chave: Empatia; Habilidades
sociais; Interação; Trabalho colaborativo; Habilidades sociais
INTRODUCCIÓN
En la actualidad, las organizaciones contratan a las personas
no solamente por las habilidades técnicas que posee, sino porque demuestran
tener un dominio de habilidades blandas y sociales; es decir, en este proceso
es determinante la capacidad de relacionarse con los demás, ser empáticos,
comunicativos, creativos y que demuestren trabajar en equipo de forma
colaborativa (Tolentino, 2020). Las habilidades sociales han superado en
importancia a la habilidad cognitiva e influyen en la percepción que se tiene
de sí mismo, las cuales se incrementan mientras la persona tiene contacto con
otras; por el contrario, la carencia de esta habilidad provocaría la aparición
de trastornos psicopatológicos que impediría una adecuada consolidación de la
identidad (Tacca et al., 2020).
En cuando a las implicaciones del aprendizaje colaborativo,
las investigaciones indican que, lo que se enseña en las escuelas tomando en
cuenta el mejoramiento del clima social, son necesarios para lograr
aprendizajes en la vida. Asimismo, estimula habilidades de pensamiento de orden
superior, aumenta los incentivos y fortalece las relaciones interpersonales
(Hurst et al., 2013; Janssen y Wubbels, 2018; Pang et al., 2018). Por su parte,
Ghavifekr (2020) refiere que en el aprendizaje colaborativo se espera que cada
estudiante sea autónomo y que esta habilidad se logre observando y aprendiendo
de otras personas.
En algunos países, se destaca que la adquisición de
conocimiento mediante el enfoque de aprendizaje colaborativo permite
desarrollar mejoras educativas en cualquier centro de estudios de las distintas
latitudes. Como elemento crítico, el aprendizaje colaborativo afecta una amplia
variedad de habilidades para que los estudiantes mejoren su desempeño a través
de los dominios cognitivo, psicológico y social, debido a que constituye una
manera efectiva para la evaluación de las diferencias formas de aprendizaje
individual de los estudiantes (Ghavifekr, 2020).
Por otro lado, se ha discutido el refuerzo de las habilidades
sociales cooperativas; en ese sentido, no solo se ha consolidado este proceso,
sino que frecuentemente la colaboración y la amistad, han sido reemplazadas por
la competencia en el ámbito de estudios, lo cual se trasforma en un sentimiento
de celos, rencor y enemistad entre estudiantes, en vez de que constituya un
estímulo para el aprendizaje (Lavasania et al., 2011). Sin embargo, cuando se
habla de los procesos de enseñanza y aprendizaje; por lo general, se enfoca en
los tipos de interacciones entre el maestro y estudiantes, pero se descuida las
interacciones que los estudiantes tienen entre sí. En ese orden de ideas, el aprendizaje
colaborativo utiliza la interacción entre pares como principal estrategia del
proceso de aprendizaje para mejorar las habilidades analíticas y sociales de
los estudiantes para el logro académico (Flores et al., 2020).
Cuando los estudiantes trabajan en grupo, hacen una lluvia de
ideas y realizan una evaluación entre ellos para reflexionar sobre sus
fortalezas y debilidades. Los estudiantes tienen la capacidad de identificar la
necesidad de una interacción constructiva entre los miembros del grupo
(Pallares et al., 2016). Las habilidades sociales, están íntimamente ligadas al
aprendizaje colaborativo que trae consigo ventajas para el estudiante,
desarrollando cinco competencias: independencia positiva, interacción
promotora, responsabilidad individual, procesamiento grupal y, por último, las
habilidades sociales, por la interacción a las que se encuentran
permanentemente (Rodríguez et al., 2020).
En lo que respecta al plano local del estudio, en las
instituciones educativas de nivel inicial, primaria, secundaria e incluso
superior, se ha notado un deficiente alcance y desarrollo de las habilidades
sociales en los estudiantes, así como poco trabajo colaborativo entre ellos,
pues prefieren hacer las cosas solos, sin intercambiar opiniones, conocimientos
y experiencias entre ellos, se nota mucho egoísmo, competencia cuando se
realizan trabajos en equipo, incluso se ha notado algunas veces que hay
indiferencia por la necesidad del otro, discusiones e incluso peleas, por no
tener tolerancia, empatía y una adecuada interacción entre ellos. En esas
condiciones, la presente investigación de revisión bibliográfica hará un
estudio de la producción literaria sobre habilidad sociales para mejorar el
aprendizaje colaborativo. En tal sentido, se plantea el objetivo de esta
investigación es: analizar los estudios que se han realizado sobre las
habilidades sociales para mejorar el aprendizaje colaborativo en educación en
el período 2013 a 2022.
METODOLOGIA
Se llevó a cabo un estudio de revisión sistemática, usando la
declaración PRISMA, el cual proporcionó un sistema para evitar sesgos y errores
aleatorios. Se consideraron investigaciones primarias originales sobre el tema,
con el objetivo de recabar los avances realizados hasta el momento, ofreciendo
al investigador información clara y precisa sobre el tema en cuestión (Pardal y
Pardal, 2020).
Se establecieron criterios previos para la revisión de la
literatura de los últimos diez años, con el fin de analizar la evolución de los
temas relacionados con las habilidades sociales y el trabajo colaborativo. Se
incluyeron artículos científicos y de revisión en idioma español e inglés, en
el ámbito educativo, la ecuación de búsqueda quedo establecida en:
(“habilidades sociales” OR “interacción entre estudiantes” OR “interrelación
entre estudiantes” OR “trabajo colaborativo” OR “trabajo cooperativo” OR
“trabajo en equipo” OR “empatía” OR “compañerismo en el aula”) AND (“educación”
OR “enseñanza” OR “aprendizaje”)
Para registrar los documentos, se elaboró una base de datos
en Excel, en la que se incluyó el autor/año, título, revista, objetivo, método,
muestra, instrumento, resultados relevantes, país, base de datos e
identificador DOI o URL, para luego ser clasificados de manera ordenada.
Los criterios de inclusión para cada documento registrado
fueron: (1) estudios relacionados con el tema, (2) estudios cualitativos y
cuantitativos, (3) artículos registrados en las bases de datos Ebsco, Scopus,
ProQuest y WOS, y (4) artículos no indexados pero relevantes para enriquecer la
investigación. Los criterios de exclusión fueron: (1) artículos duplicados en
más de una base de datos, (2) artículos en idiomas distintos a los mencionados,
(3) artículos poco relevantes por su contenido, y (4) artículos no registrados
en las bases de datos indicadas.
A partir de este proceso, se encontraron 141 estudios, de los
cuales se seleccionaron 20 artículos. La Figura 1 muestra un diagrama de flujo
que ilustra el procedimiento empleado para identificar, excluir e incorporar
los estudios relacionados con la temática.
Figura
1. Búsqueda sistemática y exclusión de
artículos en base al flujo PRISMA.
DESARROLLO Y
DISCUSIÒN
En la revisión sistemática se encontraron 141 artículos, de
los cuales se seleccionaron 20 documentos que se muestran en la Tabla 1, y
donde se incluye información sobre autor y año de publicación, la base de datos
empleada, la revista en la que se publicó el estudio, el país, idioma y la
referencia del artículo.
Tabla
1. Información descriptiva de los
artículos seleccionados.
N° |
Autor (es) /Año |
Base de datos |
Titulo |
País/ idioma |
1 |
Berrocal
y Ruiz, (2022) |
Scopus |
Construcción
compartida del conocimiento en Entornos Virtuales de Aprendizaje en
estudiantes de Educación Básica |
Perú/español |
2 |
Esteves
et al. (2020) |
Ebsco |
Habilidades
Sociales en adolescentes y Funcionalidad Familiar. |
Perú/español |
3 |
Flores
et al., (2020) |
Ebsco |
El uso
de la wiki y la mejora en el aprendizaje colaborativo. |
Perú/español |
4 |
Ghavifekr,
S. (2020) |
Scopus |
Collaborative Learning: A key
to enhance Students’ Social Interaction Skills. |
Malasia/inglés |
5 |
Gómez et al,.
(2020) |
Ebsco |
Aprendizaje
colaborativo virtual en el pensamiento crítico en los estudiantes del 3er
grado de primaria, 2020. |
Perú/español |
6 |
Hurst et al.,
(2013) |
Web of
Science |
The impact of social
interaction on student learning. El
impacto de la interacción social en el aprendizaje de los estudiantes. |
EEUU/inglés |
7 |
Janssen y
Wubbels, (2018) |
Ebsco |
Collaborative learning
practices: Teacher and student perceived obstacles to effective student
collaboration. |
Vietnam/inglés |
8 |
Jara et al.,
(2018) |
Ebsco |
Teoría
de la personalidad según Albert Bandura. |
Perú/español |
9 |
Pallares et al.,
(2016) |
Scopus |
El desarrollo
del pensamiento crítico mediante el debate asincrónico en foros virtuales en
educación secundaria |
Colombia/español |
10 |
Pang et
al., (2018) |
Scopus |
Socially challenged
collaborative learning of secondary school students in Singapore |
Singapur/inglés |
11 |
Perlado
et al., (2021) |
Scopus |
Habilidades
Sociales y Aprendizaje Cooperativo en la Inclusión de Estudiantes con
Necesidades Educativas Específicas |
Brasil/portugués |
12 |
Ramírez
et al., (2020) |
Ebsco |
Habilidades
sociales y agresividad en la infancia y adolescencia |
Venezuela/español |
13 |
Rodríguez
et al., (2020). |
Scopus |
Evaluación
de las capacidades de aprendizaje colaborativo adquiridas mediante el
proyecto integrador de saberes. |
Chile/español |
14 |
Rosario
et al., (2014) |
Scopus |
Autorregulación
del aprendizaje: una revisión sistemática en revistas de la base Scielo |
Colombia/español |
15 |
Tacca
et al, (2020) |
Ebsco |
Habilidades
Sociales, Autoconcepto y Autoestima en Adolescentes Peruanos de Educación
Secundaria |
Perú/ español |
16 |
Zamora,
N., (2020) |
Scopus |
Estrategias
de aprendizaje colaborativo y los estilos de solución de conflictos
escolares. |
Perú/español |
17 |
Rojo y Ferrando (2022) |
ProQuest |
Convivencia,
conflictos y mediación escolar en educación secundaria: estudio de caso |
España/español |
18 |
Fierro et al., (2013) |
ProQuest |
Conversando
sobre la convivencia en la escuela: Una Guía para el autodiagnóstico de la
convivencia escolar desde las perspectivas docentes |
España/español |
19 |
Fierro
y Carbajal, (2019) |
ProQuest |
Convivencia
Escolar: Una revisión del concepto. |
México/español |
20 |
Tolentino,
H., (2020) |
Ebsco |
Habilidades
sociales y estrategias didácticas para la formación del liderazgo desde la
educación básica. |
Costa
Rica/español |
En la Figura 2, se muestra información de las bases de datos
donde se han encontrado los artículos científicos, en ella se aprecia que la
mayor parte de articulo fueron extraídos de la base de datos de Ebsco y Scopus
con 8 cada uno (40%), 3 (15%) fueron de ProQuest, y 1 (5%) de WOS, las diferencias podrían
deberse a que en Ebsco y Scopus son mayormente conocidas por integrar
investigaciones en educación, en cuyas bases de dato se encuentra abundante
material y son accesibles para integrar más estudios en esa línea.
Figura
2. Porcentaje de artículos
seleccionados por base de datos
En la Figura 3, en lo que respecta a los países de donde
provienen los artículos, la mayor producción se realizó en Perú con 7 artículos
(35%), seguido de Colombia con 2 artículos (10%), Brasil, Chile, México, Costa
Rica, Estados Unidos, Malasia, Singapur, Vietnam y Venezuela con 1 artículo
cada uno (5%) y España con 2 artículos (10%). Con lo que se demuestra que de
Perú se seleccionaron la mayor cantidad de artículos.
Figura
3. Porcentaje de artículos
seleccionados por país.
La Figura 4 muestra los artículos seleccionados por año,
donde se destaca que, de 20 artículos revisados, en el año 2013 representó el
10%, en 2014 y 2016 se reportaron 5% en ambos, en el año 2018 fue de 15%, 2019
fue de 5%, en 2020 fue de 45%, en 2021 de 5% y 2022 de 10%, en estos valores se
resalta que en el año 2020 se encontraron mayor cantidad de producción de
artículos sobre el tema de los que cumplieron con todos los criterios de
búsqueda.
Figura
4. Porcentaje de artículos
seleccionados por año.
En la Tabla 2 se muestra información con respecto a los
autores, el año de publicación, metodología y resultados relevantes para este
estudio, de los artículos analizados obtenidos.
Tabla
2. Autores y metodología de acuerdo a
variable.
N° |
Autor/Año |
Metodología |
Variable |
1 |
Berrocal
y Ruiz (2022) |
Cuantitativa/
no experimental y comparativa. |
Aprendizaje
colaborativo. |
2 |
Esteves
et al. (2020) |
Cuantitativo/
descriptivo – correlacional |
Habilidades
sociales. |
3 |
Flores
et al., (2020) |
Cuantitativo/Diseño
cuasi experimental, |
Aprendizaje
colaborativo. |
4 |
Ghavifekr,
S. (2020) |
Cuantitativo/
diseño deductivo. |
Aprendizaje
colaborativo. |
5 |
Gómez et al. (2020) |
Cuantitativo/
cuasi experimental. |
Aprendizaje
colaborativo. |
6 |
Hurst et al., (2013) |
Cuantitativo/
no experimental. |
Habilidades
sociales. |
7 |
Janssen y Wubbels, (2018) |
Cualitativo/
diseño fenomenológico. |
Aprendizaje
colaborativo. |
8 |
Jara et al., (2018) |
Cualitativo/
diseño fenomenológico. |
Habilidades
sociales. |
9 |
Rodríguez
et al., (2020). |
Cuantitativa,
exploratoria y experimental |
Aprendizaje
colaborativo. |
10 |
Pallares et al., (2016) |
Cuantitativo/
cuasi experimental. |
Aprendizaje
colaborativo. |
11 |
Pang et
al. (2018) |
Cualitativo/
diseño fenomenológico |
Aprendizaje
colaborativo. |
12 |
Perlado
et al., (2021) |
La
metodología fue cualitativa en base a un diseño de estudio de casos. |
Aprendizaje
colaborativo. |
13 |
Ramírez
et al., (2020) |
Se
realizó una revisión bibliográfica |
Habilidades
sociales. |
14 |
Rosario
et al., (2014) |
Enfoque
cualitativo y de revisión sistemática de la literatura. |
Aprendizaje
colaborativo. |
15 |
Tacca
et al, (2020) |
Cuantitativa,
correlacional/ experimental transversal. |
Habilidades
sociales. |
16 |
Zamora,
N. (2020) |
Cuantitativo/
diseño preexperimental de corte trasversal, |
Aprendizaje
colaborativo. |
17 |
Rojo y Ferrando
(2022) |
Cuantitativo/
no experimental |
Habilidades
sociales. |
18 |
Fierro
et al., (2013) |
Cualitativo |
Habilidades
sociales. |
19 |
Fierro
y Carbajal, (2019) |
Cualitativo/
revisión sistemática |
Habilidades
sociales. |
20 |
Tolentino,
H. (2020) |
Cualitativa
de revisión bibliográfica |
Habilidades
sociales. |
En cuanto a la teoría que sirve de fundamento a las
habilidades sociales, se tiene el planteamiento de Bandura (1987) acerca de la
teoría del aprendizaje social, la cual considera que las personas asumen
conductas mediante la observación del comportamiento de otros; en tal sentido,
el aprendizaje no corresponde a una suerte de estímulo-respuesta, sino que
responde a un proceso de imitación del comportamiento de otros, de quienes toma
como modelos (Jara et al., 2018).
En relación a la literatura encontrada sobre habilidades
sociales, el trabajo de Esteves et al., (2020) las definen como la capacidad de
las personas para organizar sus pensamientos, sentimientos y acciones, dentro
de las que se puede mencionar, la empatía, relacionarse con los demás de forma
asertiva y la capacidad para solucionar problemas. Para Tacca et al., (2020) es
el conjunto de conductas y destrezas sociales de las personas que se emplean
para ejecutar acciones de orden interpersonal. Por otro lado, Ramírez et al.
(2020) menciona que son el conjunto de hábitos, conductas, pensamientos y
emociones, de los cuales disponen para relacionarse con los demás, también
intervienen otros factores de orden psicológico, la cual determina el
comportamiento del individuo y que se pueden aprender con la educación y la
experiencia de vida.
De acuerdo con Perlado et al., (2021), las habilidades
sociales se definen en cuatro áreas fundamentales: la primera se refiere a las
habilidades de comunicación, la cual es la capacidad de utilizar el lenguaje
para transmitir intenciones, solicitudes y respuestas a solicitudes y resolver
conflictos; la capacidad de iniciar y mantener la comunicación, ajustar el
contenido en función de los compañeros de conversación, transmitir información
e intenciones de manera comprensible; comprender las habilidades de regulación
de emociones, que es la capacidad de regular la propia emoción y actuar en
consecuencia; comunicar respuestas
emocionales a otros individuos y situaciones.
En esa misma línea, se encuentran las habilidades cognitivas,
que incluyen la capacidad del individuo para interpretar situaciones sociales y
actuar en consecuencia. Van desde las funciones cognitivas básicas, como asistir
a una discusión o una reunión, hasta procesar situaciones sociales complejas,
comprender las señales sociales y las normas del entorno social. Del mismo
modo, se encuentran las habilidades para la resolución de problemas sociales.
Estos incluyen la capacidad del individuo para definir y formular problemas,
procesando la información relevante para comprender el tipo y el alcance del
problema. Luego se pueden generar soluciones alternativas, evaluando la validez
y eficacia de cada una y las decisiones tomadas, con base en el efecto
proyectado de cada solución (positiva o negativa). Entonces se pueden promulgar
soluciones, y su éxito o fracaso evaluado por el resultado (Perlado et al.,
2021).
Uno de los problemas que se presentan en las relaciones entre
compañeros son las riñas, el cual es una situación preocupante para el sistema
educativo en general, lo que implica una pronta solución del problema, sobre
todo a los profesionales que están más cerca a los estudiantes; en ese sentido,
se trata de los inconvenientes de la convivencia escolar diaria entre los
estudiantes, a la que se ha denominado como un conjunto de interrelaciones
entre los agentes de las instituciones educativas, basada en el manejo de
conflictos entre los estudiantes, la familia, la comunidad educativa en
general, donde lleva a cabo un proceso de inclusión (Fierro et al., 2013, Rojo y Ferrando, 2022). Al
respecto, se indica que la convivencia favorece los niveles registrados de
conflictos entre estudiantes y lo hace de forma constructiva, favoreciendo su
aprendizaje, desde esta perspectiva la mediación es la estrategia ideal cuando
se presentan conflictos (Fierro y Carbajal, 2019).
Es importante mencionar que la influencia de la familia en
las habilidades sociales es determinante, sobre todo cuando el estudiante se
encuentra en la etapa de la adolescencia, la cual es crítica porque marca todo
el proceso de su desarrollo hasta la edad adulta y en general toda su vida, es
por ello, que es importante que la familia tenga una comunicación permanente
con el estudiante, porque va a reflejar ese tratamiento del seno familiar en la
sociedad, perjudicando o mejorando sus relaciones con otra personas en el
entorno donde se encuentre (Esteves et al., 2020). Por su parte Hurst et al.,
(2013) agregaron que la interacción social ha logrado experiencias de mejora
del aprendizaje e incide en el pensamiento crítico del estudiante y, por ende,
se refleja en la resolución de problemas, es por ello que es una habilidad que
se debe explotar.
Así también lo demostró Pallares et al., (2016) al acotar que
las habilidades sociales también son precursoras del desempeño en la deducción
y explicación, aunque demostró en su estudio que una de las habilidades menos
desarrolladas fue la inferencia, pero que el raciocinio crítico sí estuvo
presente. Sin embargo, estos beneficios no fueran posibles sin la intervención
del liderazgo de uno de los estudiantes del grupo, quien asume ese rol para
extraer lo mejor de sus compañeros, hacerlos participar y mejorar las ideas centrales
que presentarán al final de la dinámica (Tolentino (2020).
En cuanto al aprendizaje colaborativo, se tiene el fundamento
teórico de (Vygotsky, 1978), quien presentó un alcance sobre los humanos como
seres en interacción con otros individuos en lugar de seres individuales y
solitarios mientras explicaba el desarrollo cognitivo de los humanos. Según él,
el desarrollo cognitivo es la habilidad del individuo para aprender a utilizar
herramientas sociales adecuadas (por ejemplo, automóvil, teléfono móvil,
dinero, entre otros) y signos culturales (escritura, lenguaje, números) a
través de sus compañeros y maestros que le brindan para la socialización
cultural del individuo y en la interacción social. Argumenta que un niño
aprende primero a realizar actividades cognitivas simples (como percepciones
básicas, atención sin conciencia, entre otras). Luego adquieren las habilidades
de nivel superior al interactuar con sus compañeros y maestros en un entorno
social. Estas habilidades de nivel superior son habilidades como el lenguaje,
la mente, la resolución de problemas y el razonamiento moral.
En lo que respecta al aprendizaje colaborativo, esta es una
condición en la que dos o más personas aprenden o hacen algo juntas, pueden ser
en pareja, en grupos pequeños de entre 3 a personas, dentro de un aula de clase
(20 a 30 personas), una comunidad de cientos o miles de personas, o una
sociedad completa compuesta por varios miles o millones de personas, que
realizan actividades de aprendizaje para lograr objetivos de aprendizaje
compartidos (Zamora, 2020). Dicho de otro modo, el aprendizaje colaborativo se
basa en el modelo de que el conocimiento se puede crear en una población en la
que sus miembros interactúan entre sí y se embarcan en roles que son
asimétricos (Rosario et al., 2014). Al respecto, Rodríguez et al., (2020) hace
un distingo entre el aprendizaje colaborativo y aprendizaje cooperativo, el
primero que ya se definió líneas arriba y el segundo se refiere tiene
características complementarias como la intervención del docente como
facilitador hasta que el grupo que puede ser heterogéneo y diverso llegue a
resultados en conjunto.
Por su parte, Berrocal et al., (2022) informa que el
aprendizaje colaborativo puede emplear diferentes entornos, sobre todo los
actuales en el que el uso de la tecnología es necesario para la construcción de
conocimientos, indagación, relacionarse con otras personas de diferentes
latitudes y en ese propósito aplicar el aprendizaje colaborativo; y este se
potencia con la implementación de Entornos Virtuales de Aprendizaje (EVA). Tal
como lo manifiesta Flores et al., (2020) quien indagó sobre el uso de los wikis
en el aprendizaje colaborativo, reportando que los trabajos grupales fueron más
productivos con el uso de esta herramienta la cual mejoró la construcción de
significados y las relaciones psicosociales de los estudiantes.
Asimismo, Javier (2020) refuerza
esta idea acerca del aprendizaje colaborativo en su estudio al reportar en sus
conclusiones que los estudiantes de una escuela secundaria en Klang-Malasia
prefieren trabajar en grupos, porque han descubierto que se aprende mejor y más
rápido que cuando lo hacen de forma individual, ellos coincidieron en que el
impacto del aprendizaje colaborativo es positivo y se debe implementar en las
escuelas. En tal sentido, los estudiantes aprenden a intercambiar, información,
conocimientos y experiencia entre ellos y les permite ayudar a sus compañeros
que tienen menos condiciones de aprendizaje y mejora la comunicación entre
ellos. Del mismo modo, Gómez et al., (2020) afirmaron que el aprendizaje es más
productivo cuando todos aportan, es colaborativo, sobre todo cuando se emplea
las TIC para ese propósito.
Sin embargo, se ha identificado algunas dificultades que
impiden el proceso colaborativo en las aulas de los diferentes niveles
educativos, estos se relacionan con la deficiente habilidad de colaboración del
estudiante, que se resiste hacerlo a través de no poner atención a la
intervención de los demás, una coordinación de baja calidad en el grupo cuando
se trata de resolver problemas, rechazando sugerencias o colaboración de sus
compañeros; también otro obstáculo es el parasitismo, es decir que el
estudiante no quiere nacer nada en el grupo, a veces prefiere asumir un papel
de proveedor de recursos, con tal de no participar en las reuniones
colaborativas; por otro lado, se encuentra el estado de competencia que
consiste en que algunos estudiantes no colaboran porque no quieren compartir
sus conocimientos, por último, se encuentra el obstáculo de la amistad, en que
todo el grupo o uno de ellos se solidariza con el que no quiere hacer nada,
simplemente por ser su gran amigo y toleran ese comportamiento en el grupo
(Janssen et al., 2018).
Por ello, Pang et al., (2018) agregó otros elementos a estos
obstáculos como la interacción social limitada que se refiere a la
predisposición a no participar o intervenir en las reuniones colaborativas, se
trata simplemente de no presentarse en las reuniones o cuando se está presente
estar de acuerdo con todo; el incumplimiento de las normas sociales es otro de
los obstáculos al desdeñar las normas y hacer lo que al integrante le parece
que está bien, también se encuentra el sesgo de género, donde algunos diseminan
que más importante es la opinión de determinado género, haciendo que el
afectado prefiera no opinar, por otro lado, se encuentra la dependencia de las
TIC, que surge como un ruido en las reuniones al estar los estudiantes más
atentos en el celular o computadora que en los acuerdos de la reunión. Al respecto,
Rojo y Ferrando (2022) manifestaron que los conflictos internos también
constituyen obstáculos en el trabajo colaborativo, estos pueden presentarse de
diferentes formas como insultos, destrozo de materiales, diferencias, etc.
CONCLUSIONES
Las habilidades sociales son una
capacidad esencial para que las personas puedan expresar sus pensamientos y
emociones de manera efectiva y asertiva, favoreciendo la interacción y
proporcionando herramientas para la resolución de problemas. En el ámbito
educativo, el trabajo del docente en el desarrollo de estas habilidades
constituye una estrategia clave para fomentar el pensamiento crítico, la
comunicación efectiva, la resolución de problemas, las habilidades cognitivas y
el liderazgo entre los estudiantes. No obstante, también existen desafíos, como
las dificultades para manejar las diferencias personales, que pueden llevar a
conflictos. En este sentido, la intervención de la familia es crucial, ya que
su participación activa puede generar un impacto significativo en el cambio
esperado en el estudiante.
El aprendizaje colaborativo, que
implica trabajar en conjunto con otros para resolver problemas y alcanzar
objetivos comunes, promueve la construcción de habilidades sociales mediante la
interacción entre estudiantes de diversas procedencias. Este proceso se puede
realizar tanto de forma presencial como a través de las tecnologías de la
información, con el docente guiando y estableciendo normas claras para
facilitar la colaboración. Sin embargo, surgen obstáculos como la falta de
habilidades de colaboración, el parasitismo, la competencia desmedida y las
relaciones de amistad que dificultan la interacción efectiva. Además, la
interacción social limitada, el incumplimiento de normas, el sesgo de género y
la dependencia excesiva de las tecnologías también afectan el proceso
colaborativo.
Según los hallazgos de los estudios
revisados (2013-2022), se concluye que las habilidades sociales contribuyen
significativamente al aprendizaje colaborativo, ya que favorecen el intercambio
de ideas y la toma de decisiones en grupo. A pesar de que las interacciones
pueden generar conflictos internos entre los estudiantes, estos deben ser
analizados y resueltos adecuadamente para asegurar el éxito del aprendizaje
colaborativo.
CONFLICTO DE
INTERESES. Los autores declaran que no existe conflicto de intereses
para la publicación del presente artículo científico.
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