Horizontes. Revista de Investigación en Ciencias de la Educación
https://doi.org/10.33996/revistahorizontes.v6i23.363
Abril-junio 2022
Volumen 6 / No. 23
ISSN: 2616-7964
ISSN-L: 2616-7964
pp. 626 – 636
www.revistahorizontes.org
Trabajo colaborativo para fortalecer la
empatía como parte de la formación del profesional de salud
Collaborative work to strengthen empathy
as part of the training of the health professional
Trabalho
colaborativo para fortalecer a empatia como parte da formação do profissional
de saúde
Kelly Karol Chafloque
Barrios1
kchafloqueb@ucvvirtual.edu.pe
https://orcid.org/0000-0001-7127-0364
Frank Duberlee Alvarez
Huertas2
c19442@utp.edu.pe
https://orcid.org/0000-0003-2835-1681
Ruth Mercedes Tamayo Mendoza1
rtamayome13@ucvvirtual.edu.pe
https://orcid.org/0000-0001-7262-8022
Raquel Yovana Tello Flores3
rtellof@unprg.edu.pe
https://orcid.org/0000-0001-8060-2017
María del Pilar Fernández Celis3
mfernandezc@unprg.edu.pe
https://orcid.org/0000-0002-0248-5852
1Universidad César Vallejo. Lima, Perú
2Universidad tecnológica del Perú. Lima,
Perú
3Universidad
Nacional Pedro Ruiz Gallo. Lambayeque, Perú
Artículo recibido el 14 de enero 2022 |
Aceptado el 12 de abril 2022 | Publicado el 2 de junio 2022
RESUMEN
El
trabajo colaborativo se fundamenta en la formación profesional del sector
salud, es una característica necesaria sí la atención se enfoca
fundamentalmente en el paciente, lo cual desarrolla empatía en el profesional
con la única intención de brindar una atención integral al paciente y aprender
de manera conjunta. El objetivo de esta investigación fue analizar el aporte
del trabajo colaborativo para fortalecer la empatía como parte de la formación
del profesional de la salud. Las fuentes que se verificaron fueron Ebsco, Scielo, Dialnet, Pubmet y Google
Académico, se revisaron 25 estudios de los cuales se obtuvieron 19 que
cumplieron con los criterios, cuyos resultados resaltan la importancia de la
educación interprofesional, el trabajo colaborativo y la empatía. Se concluyó
que el trabajo colaborativo como fundamento de la formación del profesional de
la salud fortalece la empatía entre el equipo médico y el paciente.
Palabras clave: Trabajo
colaborativo; Educación interprofesional; Empatía
ABSTRACT
Collaborative work is
based on professional training in the health sector,
it is a necessary characteristic if the attention is focused primarily on the
patient, which develops empathy in the professional with the sole intention of
providing comprehensive care to the patient and learning together. The
objective of this research was to analyze the contribution of collaborative
work to strengthen empathy as part of the health professional’s training. The
sources that were verified were Ebsco, Scielo, Dialnet, Pubmet and Google Scholar, 25 studies were reviewed, of
which 19 were obtained that met the criteria, the results of which highlight
the importance of interprofessional education,
collaborative work and empathy. It was concluded that collaborative work as the
basis of health professional education strengthens empathy between the medical
team and the patient.
Key words: Collaborative work; Interprofessional
education; Empathy
RESUMO
O trabalho
colaborativo é baseado no treinamento profissional no setor de saúde, é uma
característica necessária se o cuidado for fundamentalmente focado no paciente,
o qual desenvolve empatia no profissional com a única intenção de proporcionar
um cuidado abrangente ao paciente e aprender juntos. O
objetivo desta pesquisa foi analisar a contribuição do trabalho colaborativo
para fortalecer a empatia como parte da formação do profissional de saúde. As
fontes que foram verificadas foram Ebsco, Scielo, Dialnet, Pubmet e Google Scholar, 25 estudos foram revisados, dos
quais 19 foram obtidos que preenchiam os critérios, cujos resultados destacam a
importância da educação interprofissional, do
trabalho colaborativo e da empatia. Concluiu-se que o trabalho colaborativo
como base da educação profissional em saúde fortalece a empatia entre a equipe
médica e o paciente.
Palavras-chave: Trabalho colaborativo; Educação interprofissional;
Empatia
INTRODUCCIÓN
Los profesionales de la
salud se encuentran constantemente sometidos a tensiones propias de su labor,
sobre todo en una época en que la pandemia ha sido la responsable de esa
característica de sobre salto e incertidumbre en la salud y la vida de las
personas, en esas condiciones, la entrega que el personal de salud da es un
factor determinante de la calidad de un servicio asistencial en situaciones de
emergencia o vulnerabilidad, conjuntamente con dicho servicio entregan incluso
su estado emocional como parte de la asistencia y la empatía es un recurso
inevitable y fundamental que permite la comprensión del sufrimiento del
afectado, de tal manera que pone al galeno y su equipo médico en condiciones de
entender el padecimiento del paciente y también el estado emocional de la
familia que sufre conjuntamente con aquel (González et al., 2018).
Lo manifestado anteriormente
implica que los profesionales de las diferentes disciplinas de la salud en el
propósito de alcanzar un tratamiento integral de los pacientes trabajen de
manera conjunta en equipos colaborativos, sin miramientos de jerarquías,
experiencias o magnitud del aporte de cada uno, de manera que no se puede
trabajar aisladamente si se conoce que el paciente tiene otros aspectos como el
social y emocional de la salud, esta necesidad de colaboración más estrecha
entre los profesionales se basa en la declaración de los países de dotar de
recursos de manera más eficiente, eficaz y económica en respuesta a
problemáticas más complejas en los individuos, familias y comunidad (Lajes et al., 2021).
La formación de los
profesionales en general implica la integración de una serie de conocimientos
al que se agregan también los valores como persona, donde la responsabilidad,
la honestidad, la empatía, entre otros valores, resultan fundamentales desde un
aspecto ético, en ese sentido, la educación puede ser considerada como el motor
vertebrado del desarrollo humano y el conocimiento para que las personas pueda
ejercer su profesión (Flores, 2020). Sin embargo, el trabajo colaborativo no
solamente es una prerrogativa de los trabajos universitarios, sino que se deben
dar fuera de estos claustros y trasladarse a otros espacios como los
hospitales, centros y áreas de salud donde se concreta la formación de los
profesionales de la salud y se inicia el vínculo con la comunidad; para que se
de esta condición es importante que desde la formación universitaria se
adquieran habilidades de trabajo en equipo interprofesional para aplicarlas
posteriormente en el trabajo de los centros de salud (Lajes
et al., 2021).
El Organismo Mundial de
la Salud (OMS) en 2010, habló de una educación interprofesional que la definió
como el aprendizaje entre dos o más estudiantes de diferentes disciplinas que
comparten experiencias y conocimientos que permite una colaboración efectiva
con el propósito de mejorar los resultados de la salud y en efecto resulten
beneficiados los usuarios o pacientes (Pérez, 2019). Del mismo modo, el Centre for the Advancement
of Interprofessional Education
– CAIPE, afirma que este sistema cooperativo entre profesiones distintas ocurre
cuando aprenden entre sí,
con la intención de mejorar la colaboración y la calidad de los cuidados
brindado por el servicio de salud (Red regional de Educación Interprofesional
de las Américas, 2018).
En España, en la
Universidad de Navarra la educación interprofesional se ha implementado para
garantizar el aprendizaje integrado de los estudiantes cuya profesión se centra
en el cuidado de las personas, de manera colaborativa, de tal manera que el
aprendizaje se da entre los miembros que conforman ese grupo, dicho proyecto se
enfoca en dar a los estudiantes de medicina, enfermería y farmacia, los
conocimientos, habilidades y actitudes para desarrollar las competencias de
trabajar de manera interpersonal en equipo, además de enfatizar en su enseñanza
los valores éticos que en este caso se hacen más fueres y cada uno vela por su
cumplimiento, la resolución de conflictos evitando que sucedan en el interior
del equipo, las relaciones interpersonales y la comunicación que se hace más
estrecha y llevadera (Arbea et al., 2021).
En la Universidad
Austral de Chile, se aplicó una metodología denominada Recursos Educativos
Abiertos – REA, esta propuesta tiene como base la experiencia del proyecto
AUS1410 en el que se fomenta el aspecto colaborativo y multidisciplinar en su
desarrollo, donde participan profesionales de la salud, pero también
profesionales de otras áreas como educación y tecnologías de la información,
con la intención de democratizar el acceso al conocimiento que produce las
organizaciones universitarias, además de crear sinergia y nuevos conocimientos
y formas de solucionar problemas, de esta manera, diseminarlos a los países
iberoamericanos mediante el acceso a conocimiento de calidad (Bucarey y Aguilar, 2017).
En Perú, se realizó un
estudio en Ayacucho donde se reportó las deficiencias que tiene el sector salud
en cuanto a atención primaria de pacientes, el autor indicó que la atención
médica en las zonas rurales se reportan un conjunto de problemas relacionados
con los recursos humanos en salud, los cuales se encuentran concentrados en la
capital en desmedro de las zonas rurales. El autor concluyó que la formación de
los profesionales debe tener un enfoque interprofesional, donde puedan confluir
y compartir conocimientos, aprender de las experiencias de los integrantes con una
mirada intercultural, de tal manera que para la zona rural se cuente con
profesionales colaborativos, interculturales y con competencias acordes al
lugar de trabajo (Miranda et al., 2021).
Lo mencionado
anteriormente son planteamientos que nacen de una premisa internacional que une
a todas las organizaciones que es la de aprender juntos para trabajar juntos a
través de prácticas colaborativas en salud, con dicha premisa nace un
movimiento mundial que promueve tal estrategia, de tal manera que actualmente
se cuenta con mayores fortalezas para darle impulso a este movimiento a través
de propuestas metodológicas más sólidas que promueven el trabajo colaborativo
con mayor eficiencia y eficacia, permitiendo mejorar la calidad de los cuidados
y los servicios de salud (Pérez, 2019). Así también, se han conformado
múltiples redes a nivel internacional para fortalecer la mencionada estrategia
de colaboración dinámica en los trabajos de salud. De acuerdo a lo descrito el
presente estudio tiene como objetivo analizar el aporte del trabajo
colaborativo para fortalecer la empatía como parte de la formación del
profesional de la salud. Con el propósito de resaltar la importancia del
trabajo del equipo médico y el aporte que registra el trabajo colaborativo
cuando se unen para brindar un servicio integral a los pacientes.
MÉTODO
Fue realizado un estudio
bibliográfico, bajo el análisis documental, de tal manera que el objetivo fue
determinar el aporte del trabajo colaborativo para fortalecer la empatía como
parte de la formación del profesional de la salud. Las fuentes que se han
revisado se encuentran insertas en las bases de datos de Ebsco,
Scielo, Dialnet, Pubmet y Google Académico, en los que se revisaron 25
estudios de enfoque cualitativo y cuantitativos, de
los cuales se obtuvieron 19 que cumplieron con los criterios. La información
extraída fue de un período de 5 años y se revisaron revistas relacionadas al
tema.
Como criterios de
inclusión se tuvo en cuenta, revistas nacionales e internacionales alojadas en
las bases de datos mencionadas, en el idioma español, inglés y portugués,
estudios de enfoque cuantitativo y cualitativo con una antigüedad de 5 años,
así también, libros que sean útiles para el propósito del estudio y páginas web
que brinden información oficial e importante como la Organización Mundial de
Salud y Unesco. Entre los criterios de exclusión estuvieron aquellos que no
cumplan con las características de los estudios mencionados en los criterios de
inclusión y tesis de pregrado y posgrado.
En la siguiente Tabla 1 se puede apreciar las 19 fuentes que
quedaron luego de aplicar los criterios de inclusión.
Tabla 1. Clasificación
de las fuentes consultadas.
Autor y año |
Título |
Revista |
Fuente |
|
||||
Arbea, L.,
Beitia, G., Vidaurreta, M., Rodríguez, C., Marcos, B., Sola, L., Diez, N. y La Rosa,
V. (2021). |
La educación interprofesional en la universidad: retos y
oportunidades. |
Revista
Educación Médica |
Google académico |
|
||||
Bucarey, S. y Aguilar, M. (2017). |
Recursos Educativos Abiertos en la Facultad de Medicina
de la Universidad Austral de Chile, proyecto AUS1410. |
Revista
Formación Universitaria |
Google académico |
|
||||
Cajachagua, M.,
Mamani, R., Miranda, K. y Dávila,
R. (2020). |
Educación interprofesional y vivencias de los estudiantes en la ejecución de
proyectos de desarrollo social. |
Revista Cubana
de Enfermería |
Scielo |
|
||||
Cohen, S. (2020). |
Interprofessional Collaborative Practice. |
Encyclopedia of Social Work |
Google académico |
|
||||
Cordella, P. y Navarrete, D. (2017) |
Dimensiones para
mejorar la Comunidad entre el Personal de Salud y la Familia
de un Paciente Hospitalizado |
Revista de Familias y Terapias |
Ebsco |
|
||||
Flores, M. (2020). |
Empatía y respeto entre
otros valores: análisis de experiencias docentes de colaboración con
organizaciones sociales. |
Revista Digital de
Investigación en Docencia Universitaria |
Scielo |
|
||||
González, C., Sánchez, Y. y Peña,
G. (2018). |
Fatiga por compasión en los profesionales del servicio de
emergencia. |
Revista Dominio de las
Ciencias |
Dialnet |
|
||||
Harvard Business Review (2018). |
Empatía. Serie
Inteligencia Emocional de HBR. |
Libro |
Google académico |
|
||||
|
Autor y año |
Título |
Revista |
Fuente |
||||
|
Lafaurie, M.,
Perdomo A., Tocora,
J., González, M., Amaya, M.,
Barbosa, R., Castelblanco,
M., Garzón, J., Hincapié, S., Huertas, L., Ochoa,
M., Restrepo, L. y Triana, L. (2018). |
La humanización en salud:
reflexiones de docentes, estudiantes y personal administrativo de una facultad de odontología. |
Revistad Salud Bosque |
Ebsco |
||||
|
Lajes, M. Aúcar, J., Martínez, A. y Aguilar, Y. (2021). |
El trabajo colaborativo interprofesional en el proceso de formación profesional en salud. |
Sociedad Cubana
de Educadores en Ciencias de la Salud
de Holguín. |
Google académico |
||||
|
Marca, G., Frigola, J. y Compte, M. (2019). |
Análisis de la comunicación en el paciente crónico hospitalizado y la mejora de su experiencia. |
El profesional de la información |
Google académico |
||||
|
Miranda, E., Zeladita, J. y Ronceros, S. (2021). |
Prioridades en la formación
universitaria que promuevan la retención laboral, perspectiva del profesional de salud en Ayacucho. |
Revista de Investigación Científica Ágora |
Google académico |
||||
|
Moya, L. (2018). |
La empatía, entenderla para
entender a los
demás. |
Plataforma Editorial |
Google académico |
||||
|
Pérez, M. (2019). |
Educación Interprofesional: un desafío para dar visibilidad a la contribución de
Enfermería en los equipos de salud. |
Revista Enfermería Universitaria |
Scielo |
||||
|
Previalo, G. y Antoniassi, V. (2018). |
A
comunicação na perspectiva dialógica da prática interprofissional colaborativa em saúde na
Atenção Primária à Saúde. |
Interface |
Scielo |
||||
|
Red Regional de Educación Internacional de Las Américas (2018). |
Qué es la educación interprofesional. REIP. |
REIP |
Google académico |
||||
|
Vieira, S., Pierantoni, C., Magnago, C., Silveira, M. y Gonçalves, R. (2018). |
A
graduação em medicina no Brasil ante os desafios da formação para a Atenção
Primária à Saúde. |
Saúde debate |
Scielo |
||||
|
Yang, N., Xiao, H., Wang, W., Li, S., Yan, H. and Wang, Y. (2018). |
Effects
of doctors’ empathy abilities on the cellular
immunity of patients with advanced prostate
cancer treated by orchiectomy: the mediating role
of patients’ stigma,
self-efficacy, and anxiety. |
PubliMed |
PubliMed |
||||
|
Yi, X., Sicheng, X., Lihui, Z.,
Zhenhui, S., Xiand,
D. and Yang, H. (2020). |
Changes in empathy of nurses from 2009 to 2018: A cross-temporal meta-analysis. |
PubliMed |
PubliMed |
||||
RESULTADO Y DISCUSIÓN
La educación
interprofesional y el trabajo colaborativo
La aplicación de la
estrategia interprofesional ha dado resultados importantes en el campo de la
atención médica, la cual se ha visto mejorada mediante la intervención
colaborativa de los distintos profesionales con diferentes capacidades y
experiencias que trabajan de forma conjunta con la intención de mejorar los
servicios médicos y por ende también mejorar la cadena de atención al paciente,
de tal manera que el beneficiado es este último. Tal como lo manifiesta Cajachagua et al. (2020) al mencionar que la estrategia
denominada educación interprofesional se aplica con la intención de que los
profesionales aprendan unos de otros para colaborar de manera más eficaz en la
prestación del servicio de salud, así también en las últimas décadas se ha
incrementado el uso de esta estrategia para fortalecer la atención fragmentada,
redundante y de acceso deficiente. Así también, Previalo
y Antoniassi (2018) afirma que en la labor
interprofesional es importante también considerar una buena comunicación
reconocida como esencial en la relación con el paciente y la familia.
En la actualidad se está
dando mucho énfasis en la mejora de las capacidades de los profesionales, en
función de que la necesidad específica en el sector salud es agobiante, sobre
todo en las áreas rurales y en aquellos lugares donde es muy dificultoso que se
presentes servicios de salud eficientes, como en las áreas rurales donde la
dificultad no solo es el acceso a los servicios de salud, sino también la
distancia, el idioma, las vías de acceso, entre otros. Esta situación es
corroborada por Miranda et al (2021) en su estudio realizado en Ayacucho –
Perú, pone en evidencia esta situación de carencias en el servicio de salud,
donde los más perjudicados son los pacientes, en tal estudio revela que en el
interior de Perú existe deficiencia de recursos humamos con capacidades
específicas como la comunicación intercultural, el trabajo colaborativo, la
empatía con el ser humano, aspectos que dificultan una buena atención al
paciente.
Esta situación se podría
ver mejorada con la intervención de una metodología que pudiera romper esas
barreras y permitir que el profesional pueda aprender con profesionales de su
misma carrera o de otra distinta, es decir, una metodología que promueva el
trabajo interprofesional, tal como se dan en otros espacios internacionales. Al
respecto, Arbea et al. (2021) agrega
que tal situación se puede obtener mediante el desarrollo de una metodología
adecuada, sin embargo, otro aspecto que también se está poniendo énfasis es la
cooperación o apoyo entre las distintas carreras asociadas o
interdisciplinaria, dando lugar a una tendencia que se denomina educación
interprofesional que actualmente están adoptando las distintas universidades
que pretenden obtener un profesional solidario, con valores y de alto nivel
competitivo.
Por su parte, Pérez
(2019) indica que en el sector salud, la educación interprofesional y el
trabajo colaborativo de los profesionales de esta área pretende resolver
diversos problemas que se plantean en el desarrollo de la profesión, como es el
caso de la duplicidad de los actos profesionales que trae como consecuencia la
insatisfacción de los usuarios, además del empleo inadecuado de los recursos humanos
y financieros, deficiente integración que ocasiona la falta de trabajo en
equipo y la correcta coordinación y articulación de roles profesionales para
lograr mayor capacidad de resolución de problemas de salud en la población. Sin
embargo, este modelo a pesar de que se ha venido practicando durante mucho
tiempo, la evidencia de su avance en el trabajo colaborativo ha sido muy lento
debido a que no se dan acuerdos entre profesionales dentro del equipo (Cohen,
2020).
Esta situación se puede
deber a que no se ha preparado al profesional de salud a trabajar de forma
mancomunada para obtener un resultado, más bien su trabajo ha sido solitario y
de logros específicos y limitados, tampoco en las universidades nacionales se
ha promovido este tipo de metodología, la que sí se ha aplicado por necesidad
en la práctica, pero es una situación que debe ser promovida en las universidad
para que el profesional tenga en su mente que no se debe alcanzar objetivos de
manera solitaria, sino con la cooperación de los demás profesionales y que
junten se pueden alcanzar mayores metas, más ambiciosas, de mayor envergadura y
alcance.
Tal es la importancia de
esta práctica que la Organización Mundial de la Salud – OMS en 2010, la define
como la práctica colaborativa interprofesional que intervienen varios
profesionales de la salud con diferentes antecedentes profesionales con la
intención de brindar servicios integrales de salud a pacientes, donde también
intervienen la familia, los cuidadores y de manera general la comunidad (Cohen,
2020). Al respecto, Cordella y Navarrete (2017)
anotan que cuando la familia se suma en el cuidado del paciente pasa a ser
parte del equipo multidisciplinario paciente-familia-equipo de salud, de esta
manera el paciente y su familia asumen un rol activo donde se diluye la
angustia de la situación de la salud del paciente, la cual incide en la
recuperación del mismo de manera positiva y en la prevención del estrés laboral
en los profesionales de la salud.
Llegando a este punto,
también es importante resaltar el rol que juega el docente en la formación
interdisciplinario del profesional de la salud, debido a que el docente es un
facilitador del conocimiento y tiene presente que el estudiante es el
protagonista principal del aprendizaje, de esta manera promueve el aprendizaje
colaborativo, refuerza los conocimientos y valores en el futuro profesional,
con el objetivo de ir formando un profesional con capacidades, habilidades,
competencias específicas y valores. Es por ello que Cohen (2020), confirma esta
perspectiva al determinar que en este proceso de formación es importante la
intervención del docente, quien es el que tiene el rol de motivar a los
estudiantes generando prácticas que concreten el objetivo, así también la
motivación intrínseca del estudiante es fundamental para participar en eventos
que contribuyan a la consolidación del objetivo.
El trabajo colaborativo
y la empatía
Considerando que una de
las características de la educación interprofesional es el trabajo
colaborativo, de manera específica en el área de salud el cuidado de la persona
es una manera de acercarse a la práctica clínica, es aquí donde el profesional
de la salud inicia su acercamiento al paciente desde una perspectiva humana,
colocándolo a este último y sus necesidades en el centro de atención, para tal
efecto, es necesario el insumo de la empatía para que el profesional de la
salud conozca y sienta la necesidad del paciente, es decir se sensibilice con
su dolor como si se tratara de un familiar cercano. Al respecto, Arbea et al. (2021) afirma que la empatía es un insumo
determinante y fundamental para que el equipo médico logre entender la
necesidad del paciente y desde ese panorama tenga un enfoque integral del
diagnóstico que debe proporcionarle y los cuidados necesarios al mismo.
Para ninguna institución
educativa en la actualidad le es ajeno la integración de la práctica
colaborativa en su planteamiento educativo, tal es la importancia del tema que
la OMS, afirma que la educación interprofesional promueve el trabajo colaborativo,
del mismo modo, la práctica conjunta de profesionales que ponen a disposición
su experiencia evidencia mejores resultados en la salud de las personas (Cohen,
2020, Vieira et al., 2018). De esta manera, la práctica colaborativa ha tomado
relevancia en todos los espacios porque está comprobado que los objetivos
pueden tener mayor alcance, ser más eficientes con los recursos y alcanzarlos
más rápido, el trabajo colaborativo no es nuevo en los grupos humanos, se habla
también en otras áreas como la administración donde es empleado como un
principio que se aplica en el trabajo en equipo y en la sinergia, esta última
entendida como la suma de todos los esfuerzos de un grupo humano para concretar
metas comunes.
Al respecto, acota Previalo y Antoniassi (2018), que
la práctica interprofesional colaborativa en salud permite incidir
sinérgicamente en la atención y mejorar el acceso a la salud, mejorando el uso
de dos recursos, mejorando la eficiencia de los servicios, agilizando los
resultados y racionalizando los costos sin descuidar la salud. En esa misma
línea, otros autores prefieren llamarlo humanización de los servicios, para
referirse al apoyo mutuo entre profesionales de la salud junto a la empatía que
deben demostrar los galenos en la práctica médica, pues pequeños detalles
pueden mejorar la salud del paciente como es el caso de una palabra amable, una
palabra de aliento, una sonrisa o un saludo, puede mejorar el estado de ánimo
del paciente que contribuye a la mejora del mismo conjuntamente con el bienestar
de la familia que le acompaña.
Sobre este aspecto, se
cita a Lafaurie et al. (2018), quien indica que la
humanización de los servicios de salud visto como lineamiento ético está
tomando cada vez mayor fuerza en los espacios donde haya atención médica, esta
tendencia es un reto que deben integrar las universidades en su plan
curricular, entendiéndose humanización de la salud como la noción de paciente
como un ser integral que merece un cuidado objetivo desde la perspectiva
profesional y también uno subjetivo que aborda temas sociales, espirituales y
relacional, razón por la cual el profesional debe reflexionar sobre su práctica
médica y tener una que contemple la empatía hacia los pacientes que se
encuentran afectados en su salud.
Así también, se tiene el
estudio de Yang et al. (2018), en el que manifiesta que la empatía de los
médicos está estrechamente relacionada con los resultados de los pacientes,
esto fue demostrado estadísticamente en el estudio realizado a pacientes con
cáncer de próstata avanzado, en el que se evidenció luego de realizar algunas
pruebas que la empatía expresada por los médicos se notaron en los indicadores
de inmunidad, en el que se resaltó un cambio en el porcentaje de célula NK, el
cual fue significativo, más no se evidenció mejora en otras células
cancerígenas. Por lo tanto, el autor concluyó que el personal médico debe
enfocarse en mejorar su empatía hacia los pacientes. Así mismo, las
intervenciones que se centran en la ansiedad, el estigma y la autoeficacia de
los pacientes pueden ser útiles para mejorar la inmunidad.
Por otro lado, la
cooperación es una característica que no se puede desligar de la empatía
entendida esta última como la capacidad de una persona para entender la
condición de la otra, el caso es que se trata de nivelar sentimientos,
pareceres, opiniones con una persona o con un grupo de ellas, esta es una
característica que se promueve en la formación de los profesionales médicos
debido a que tratan con personas con dolencias físicas y hasta emocionales. Al
respecto, Daniel Goleman citado en Harvard Business Review
(2018), hace un distingo entre tres tipos de empatía, la primera la denomina
empatía cognitiva, que es la capacidad de entender la perspectiva o enfoque que
plantea la otra persona, en segundo lugar, define la empatía emocional, que es
la capacidad de sentir lo que la otra persona siente y en tercer lugar se
encuentra el interés empático, la cual se refiere a la capacidad de entender lo
que la otra persona necesita de ti.
Estas definiciones
vertidas por el autor mencionado permiten distinguir el tipo de empatía que
debería definirse en el personal médico, al parecer la que más se adecúa a las
necesidades del estudio es la empatía emocional y el interés empático, porque
el profesional médico al tratar con el paciente no discute para entender su
punto de vista como se hace en la empatía cognitiva, porque éste se encuentra
en una situación de desventaja, por lo que el personal de salud debe poseer un
interés empático para entender lo que el paciente necesita, que obviamente es
su mejoría en la salud, así también debe considerar en su práctica la empatía
emocional que es la concesión más preciada que requiere el paciente
conjuntamente con su familia para sentir lo que el paciente y su familia está
experimentando en el momento de la emergencia o el proceso de recuperación.
Sobre el tema, se tiene
a Moya (2018) quien indica que la cooperación no se desliga de la empatía,
además agrega que a estos dos se le suma el altruismo, los cuales son tres
elementos que se encuentran muy relacionados, las personas empáticas tienen una
disposición innata por ayudar a otro ser humano, la cual es una característica
que las distingue porque lo expresan con total normalidad, sin embargo, también
se puede adquirir o aprender de manera consciente. La empatía se puede reflejar
en cada acto que realizan las personas, sobre todo en el servicio médico se da
a todo nivel como cuando el paciente acude a un hospital público y realiza
largas colas en espera de una atención eficaz y empatía del personal que
atiende en admisión, así también, la empatía está asociada con el autocuidado y
autocompasión, aspecto que puede mejorar la relación entre personal médico y
paciente (Marca et al., 2019; Yi et al, 2020).
Tal como se había
indicado, a menudo cuando se habla de empatía, automáticamente se piensa en el
concepto de ponerse en el lugar de los demás, sin embargo, la empatía implica
otros elementos como sintonizar desde las ideas y emociones, tratar de sentir
cómo se siente la otra persona, para muchos es una situación fácil de hacer, es
como un don, para otros, no encuentran la manera de sentir lo que los demás
sienten (Moya, 2018). De acuerdo a lo mencionado, el ser humano nace con la
capacidad de empatizar, es decir, es su naturaleza,
sin embargo, debido a la profesión o las experiencias, esta condición aumenta o
disminuye.
CONCLUSIÓN
Se concluye que el
trabajo colaborativo fortalece la empatía en la formación de los profesionales
de la salud, a través del esfuerzo interdisciplinar que hacen con la intención
de llevar al paciente una atención integral donde no solo se atiende el aspecto
biológico del ser humano, sino también el aspecto social y emocional.
A través del trabajo
conjunto se obtiene mejores resultados del intercambio de conocimiento y
experiencias entre los profesionales, haciendo que los retos más difíciles sean
alcanzables y también gratificantes para el equipo y no solo para una sola
persona.
Este enfoque no
solamente es la interrelación entre profesionales de la misma carrera o de
carreras distintas, sino también puede integrarse la familia y la comunidad en
general, de tal manera que se diluye la angustia de la situación de la salud
del paciente, la cual incide en la recuperación del mismo de manera positiva y
en la prevención del estrés laboral en los profesionales de la salud.
La empatía es una
capacidad que el profesional de la salud debe poseer para entender la situación
del paciente y su angustia, de esta manera, el personal de salud podrá mejorar
su interrelación con el paciente y su familia a lo largo de todo el proceso de
atención.
La implicancia del
presente estudio es que plantea un desafío dado por la innovación en las
metodologías de enseñanza en las aulas universitarias que plantea el trabajo
colaborativo para mejorar la calidad de vida de los pacientes en un tratamiento
integral.
REFERENCIAS
Arbea, L., Beitia, G., Vidaurreta, M.,
Rodríguez, C., Marcos, B., Sola, L., Diez, N. y La Rosa, V. (2021). La
educación interprofesional en la universidad: retos y oportunidades. Revista
Educación Médica, 22 (5), 437-441. https://doi.org/10.1016/j.edumed.2020.06.008
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